jueves, 9 de octubre de 2008

La actividad bancaria española asociada a clientes europeos se desacelerará a corto plazo

MADRID.- La actividad bancaria asociada a clientes europeos mantendrá una tendencia de desaceleración a corto plazo, en un marco de amenaza de recesión en las principales economías europeas y contracción de la demanda de viviendas en la costa española por parte de este colectivo, según un informe de DBK

En este contexto, la estrategia de captación y fidelización del cliente europeo pasará por una creciente sofisticación de la gama de productos financieros, una ampliación de la oferta de productos no financieros, un mayor uso de personal especializado y la potenciación de canales a distancia multilingües.

En concreto, la caída de la demanda extranjera de vivienda está provocando una desaceleración de la actividad bancaria asociada a clientes europeos, cuyo número se multiplicó por más de dos a lo largo de los últimos cinco años, cerrando el ejercicio 2007 con una cifra de 1,8 millones de personas.

No obstante, tras registrar crecimientos del 17,2% en 2005 y 13,3% en 2006, dicha magnitud experimentó una notable desaceleración en el año 2007, cuando creció un 5,9%.

La caída de la demanda extranjera de vivienda constituye el principal factor explicativo de esta tendencia, que se ha agudizado a lo largo de 2008, en un contexto de crisis financiera internacional, pérdida de confianza de los inversores, incremento de los tipos de interés, aumento de la morosidad y restricciones de crédito.

Por países de origen, los británicos constituyen los principales clientes europeos de la banca española, al representar en torno al 49% de la cartera total, situándose a continuación los alemanes, con una participación del 16%, italianos (11%) y franceses (9%).

Las principales provincias en términos de concentración de extranjeros europeos originarios de Europa Occidental son Alicante, Málaga, Baleares, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas y Murcia. En dichas provincias se ubicaban conjuntamente en 2007 un total de 7.103 oficinas de entidades de depósito, representando el 15,8% de la red total, frente al porcentaje del 14,7% registrado en 2003.

Teniendo en cuenta las seis provincias mencionadas, Alicante es la que cuenta con una red de oficinas más amplia, con algo más de 1.700 en 2007, seguida de Málaga y Murcia, ambas con más de 1.300 oficinas.

En los últimos años, las provincias de Las Palmas y Málaga son las que han experimentado una mayor expansión de su red de oficinas, al registrar un incremento medio anual superior al 7% en el período 2003-2007.

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