miércoles, 15 de octubre de 2008

La crisis podría ser para Brown una guerra de las Malvinas

LONDRES.- Muy cerca de su tumba política hace sólo unas semanas, el primer ministro británico Gordon Brown ha sido uno de los pocos ganadores de la crisis financiera, que podría representar para él lo que la guerra de las Malvinas fue para la conservadora Margaret Thatcher.

Los comentaristas políticos coinciden en que la crisis parece haber sido un regalo caído del cielo para el líder laborista, que ha emergido como un líder cuyas ideas y planes de rescate para evitar el colapso financiero mundial fueron emulados en Washington y Europa.

El propio Brown reconoció el martes que ha resucitado políticamente, gracias a la crisis. "Sólo miren lo que decían de mí hace cuatro semanas", dijo el gobernante en una charla con corresponsales extranjeros en Londres.

Para el primer ministro, que dirigió las Finanzas del Reino Unido durante una década, como ministro del Tesoro del gobierno de Tony Blair (1997-2007), la crisis "no pudo haber llegado en un mejor momento", opinó Cees Van Dam, profesor visitante en King's College de Londres.

Brown se hallaba muy cerca de "su tumba política", anotó el profesor, que sugirió que la crisis podría ser para Brown el equivalente de lo que fue para Thatcher el conflicto con Argentina por las Malvinas, en 1982, que aupó a la primer ministra conservadora y la convirtió en la 'Dama de Hierro'.

"Thatcher se hallaba políticamente debilitada, pero un año después del conflicto con Argentina, su gobierno ganó las elecciones, dijo.

Incluso algunos diarios opositores aceptan que el liderazgo de Brown fue confirmado el domingo en París, cuando fue invitado a asistir a una cumbre de emergencia de los 15 países que tienen al euro como divisa.

Y los que especulaban el mes pasado si el gobernante sería obligado a dimitir antes de Navidad, dada la rebelión en el seno de su partido laborista y su desplome en los sondeos, comprueban ahora que es comparado, sólo un poco en broma, con el héroe de una popular tira cómica, 'Flash Gordon'.

"En sólo unos días, el premier británico ha pasado de ser Ming the Merciless (Ming el Despiadado) a Flash Gordon", ironizó el diario The Guardian, refiriéndose al personaje malo, que destruía planetas, en el comic cuyo héroe es Gordon, Flash Gordon.

"Parece como si Brown hubiese salvado el mundo con su plan de rescate de los bancos, que ha sido emulado en la Eurozona y en Estados Unidos", dijo Jackie Ashley, comentarista de The Guardian.

A tal punto ha cambiado la fortuna de Brown que en vez de ser interrogado el martes por los periodistas sobre las disensiones en su partido o las dimisiones en su gobierno, como ocurría antes, algunos corresponsales le preguntaron si se identificaba con Flash Gordon, el superhéroe de historietas conocido por su velocidad.

Pero el héroe del momento se mantiene humilde. "Soy sólo Gordon, sólo Gordon, les puedo asegurar", respondió el premier británico. Brown sabe muy bien que a los políticos les puede suceder lo mismo que a las bolsas: que un día pueden subir, y al día siguiente desplomarse.

Por otra parte, el silencio de los conservadores en estos últimos días no ha pasado desapercibido, confirmando para algunos la inexperiencia y la falta de preparación de los tories ante una crisis como la que ha sacudido los mercados mundiales.

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