sábado, 4 de octubre de 2008

La electricidad llega al último rincón de Venezuela pero los apagones continúan

CARACAS.- Pequeñas plantas eléctricas alimentadas por combustible e instaladas en poblados apartados son una de las recetas del Gobierno venezolano para democratizar el acceso a la energía y paliar el descontento generado por los recientes apagones.

En la población de Camaguán (300 kilómetros al sur de Caracas), las precarias casas de techos de zinc se levantan alrededor de calles de barro, pero a pocos metros funciona una nueva planta eléctrica alimentada con diesel con una potencia de 15 megavatios (MW), más del doble de la demanda del sector.

Como su similar en el cercano poblado de Achaguas, cada una de estas plantas beneficia a un promedio de 6.000 familias en zonas donde las fallas de tensión ocasionaban apagones recurrentes o donde hasta hace muy poco las fuentes de energía eran la leña y el queroseno.

"La idea es colocar plantas como ésta a lo largo y ancho del territorio nacional para minimizar el impacto de deficiencia eléctrica", dice Maximiliano Soto, responsable de estas instalaciones para la Corporación Eléctrica Nacional (Corpoelec).

El plan del gobierno del presidente Hugo Chávez es generar antes del primer semestre de 2009 hasta 1.000 MW gracias a estas pequeñas plantas que forman parte de la llamada 'Revolución Energética', con la que el Ejecutivo desea dar respuesta a un crecimiento anual de la demanda que roza los 600 MW.

Hasta ahora, el Gobierno ha conseguido generar 389 MW y para alcanzar la meta total invirtió 513 millones de dólares, provenientes del Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden) y de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA), según Soto.

Para capacitar a los operadores de las plantas en el uso de los equipos, adquiridos a empresas alemanas, brasileñas y españolas entre otras, se requirió la asistencia de especialistas cubanos, dentro del Convenio Cuba-Venezuela.

Cerca de San Fernando (estado Apure, suroeste), se completa además la segunda etapa de una subestación eléctrica, financiada con 80 millones de dólares del Fondo China-Venezuela, que suministrará 360 MW a cuatro zonas vecinas para abastecer a nuevas fábricas agroalimentarias, hospitales y viviendas.

La capacidad instalada de energía eléctrica en toda Venezuela es de 24.000 MW, de los cuales sólo 19.000 MW están disponibles, mientras la demanda roza los 17.000 MW y sigue creciendo, lo que ha sido esgrimido desde el Gobierno como una de las causas principales de los recientes apagones.

Después del último corte eléctrico ocurrido hace un mes, Chávez alegó que la crisis en el sistema eléctrico tiene sus causas en el acelerado crecimiento del país y el consiguiente aumento de la demanda energética, sobre todo en Caracas.

"No hemos ido a la velocidad requerida (...) No hemos ido al ritmo del crecimiento económico del país y de la demanda" de energía eléctrica, admitió el mandatario, que considera el sistema eléctrico "uno de los problemas heredados" del gobierno anterior, que dejó el poder hace casi diez años.

En los próximos seis años, el Gobierno venezolano ha previsto un plan de inversiones de 13.000 millones de dólares que abarca desde la mejora del sistema de transformación hasta la instalación de bombillos ahorradores en los hogares, dijo Kilmes Burgos, gerente de Corpoelec en la región.

Dentro de este plan, el viernes se inaugura en Venezuela la termoeléctrica Josefa Camejo, situada en el Estado Falcón (noroeste), que requirió una inversión de 460 millones de dólares.

La planta posee una capacidad de generación de energía de 450 MW que podrá cubrir el 100% de la demanda de energía de la región y acabará con los racionamientos impuestos.

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