miércoles, 1 de octubre de 2008

La salud de la economía europea se agrava por el impacto de la crisis

BRUSELAS.- La crisis financiera contribuye a agravar la desaceleración económica en Europa, con pobres perspectivas de crecimiento y un desempleo en alza, lo que coloca al Banco Central Europeo (BCE) bajo presión para bajar las tasas de interés y sostener la actividad.

El presidente del Eurogrupo (foro de ministros de Finanzas de la zona euro), Jean-Claude Juncker, advirtió este miércoles de que el crecimiento en los 15 países que comparten la moneda única sería de apenas "el 1%" del PIB en 2009, sin descartar incluso una cifra inferior, en una entrevista a la radio francesa Europe 1.

Esta estimación de Juncker es mucho menor que el pronóstico adelantado por la Comisión Europea en abril pasado, que hacía referencia a un crecimiento del 1,5% del Producto Interior Bruto el año próximo en la Eurozona.

"Las estimaciones de crecimiento 2009 deben ser corregidas a la baja", reconoció Juncker.

La crisis financiera, iniciada en Estados Unidos con el derrumbamiento del mercado de los préstamos inmobiliarios de riesgo ('subprimes') y que se extiende desde hace más de un año, no es la única causa de la desaceleración europea.

Europa, como el resto del mundo, debe hacer frente al impacto de la espectacular progresión desde principios de 2008 de los precios del petróleo. El barril de crudo llegó a costar unos 150 dólares a mediados de año antes de retroceder y situarse por debajo de los 100 dólares.

Otro problema es la tasa cambiaria del euro, cuya alza a principios de año afectó las exportaciones del bloque.

Pero, claramente, la actividad económica no permanece insensible a los problemas de los bancos, más reticentes a prestar dinero a los hogares y las empresas.

"Es evidente que los acontecimientos en el sector financiero afectan la economía real" en Europa, agravando una tendencia a la desaceleración, indicó recientemente el comisario europeo de Asuntos Económicos, Joaquín Almunia.

En ese sentido, el índice de desempleo en la zona euro volvió a subir en agosto al 7,5% tras varios meses de estabilidad, alcanzando así su nivel más alto del último año, según estadísticas publicadas este miércoles.

En el sector industrial, la recesión se hace sentir. Un índice publicado también este miércoles señala que las perspectivas de desarrollo del sector en la Eurozona retrocedieron con fuerza en septiembre.

"Los nuevos pedidos en la industria registran su baja más fuerte desde fines de 2001", tras los atentados del 11 de septiembre, subrayó el instituto que confecciona ese indicador, Markit.

Para el economista Howard Archer, de Global Insight, esas malas cifras "aumentan los temores de ver a la Eurozona dirigirse hacia la recesión", definida en forma técnica por un retroceso del PIB en dos trimestres consecutivos.

En ese contexto, la presión vuelve a surgir para una reducción de las tasas de interés por parte del BCE, que se reúne el jueves en Francort.

Jean-Claude Juncker indicó este miércoles que espera que "durante su reunión de mañana (jueves), el banco tendrá en cuenta todos los elementos" actuales.

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