"Mientras haya este temor a una recesión global" los mercados "continuarán teniendo dificultades", alertó el corredor Matt Buckland, de CMC Markets de Londres.
Así, las bolsas mundiales ignoraron los primeros signos de una cierta recuperación del mercado del crédito para centrarse en el riesgo de recesión, que amenaza con hundir los resultados empresariales, provocar despidos masivos y recortar el consumo.
La Bolsa de Londres subió un 1,16%, hasta 4.087,83 puntos, mientras que la Bolsa de París cerró en alza del 0,38%, a 3.310,87 puntos. La Bolsa de Fráncfort no llegó en cambio a invertir la tendencia negativa y acabó la sesión con una ligera caída del 1,13%, a 4.519,23 puntos.
Madrid cerró también con un retroceso del 2,05%, a 8.811,2 puntos, suavizando empero la fuerte caída que registró durante la jornada ante la inquietud que ha levantado entre los inversores españoles la situación en Argentina.
Wall Street abrió con una tendencia positiva en la mañana de este jueves, gracias a los valores energéticos que se beneficiaban con el rebote del petróleo. Pero su principal índice, el Dow Jones, retrocedía ligeramente, un 0,25%, hacia las 19,00. El Nasdaq, de alto componente tecnológico, también bajaba un 2,38%.
En América Latina, la bolsa de Sao Paulo bajaba un 3,20%, la de México también retrocedía un 3,49%. Buenos Aires, en cambio, progresaba en positivo del 2,06%, después de haber caído más de un 10% el día anterior.
La decisión de Buenos Aires de eliminar el multimillonario negocio privado de las pensiones a través de su nacionalización disparó el malestar entre los inversores bursátiles y las empresas extranjeras.
El presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán, resumió esa inquietud: "Es malo para Argentina y malo para los empresarios que están o estamos allí: malo en general para todo el mundo iberoamericano".
Asia volvió a vivir una jornada en números rojos. Tras haber caído hasta un 7,59% durante la sesión, la Bolsa de Tokio logró moderar sus pérdidas, gracias a la compra oportunista de acciones a bajo precio, y cerró a la baja del 2,46%.
Peor fue el resultado en la Bolsa de Seúl, cuyo principal índice retrocedió un 7,48% al cierre.
También cerraron en rojo Manila (-4,6%), Sídney (-4,4%), Hong Kong (-3,6%), Wellington (-3,18%), Taipei (-2,72%) y Shanghai (-1,07).
Un día más, los mercados hicieron oídos sordos a la movilización de los gobiernos para contener la crisis. El banco central de Japón inyectó 6.200 millones de dólares en el mercado monetario a corto plazo mientras que en Suecia, la entidad central redujo en medio punto porcentual su tasa de interés, al 3,75%.
Los gobiernos de los cuatro rincones del mundo presentaron este último mes varios planes de apoyo a la economía basados principalmente en garantías para préstamos interbancarios y recapitalizaciones de entidades en apuros.
La Casa Blanca anunció el miércoles la celebración de una cumbre del G20 (los siete países más industrializados del planeta y los países emergentes) el próximo 15 de noviembre en Washington para profundizar en una respuesta mundial y buscar la forma de evitar crisis futuras.
En otro indicador de la crisis, el petróleo seguía bajando: en Londres, el barril estaba por debajo de 65 dólares, su nivel más bajo desde mayo de 2007, y en torno a 69 dólares en Nueva York.
Unos datos que alimentarán el debate entre los miembros de la OPEP que se reunirán el viernes en Viena para decidir la magnitud de un recorte de la producción.
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