En Bogotá, el índice IGPC de la bolsa colombiana encabezó las pérdidas en la sesión de la tarde y bajó un 3,2% a 8.410 puntos, mientras que en Buenos Aires el índice Merval retrocedió un 1,3% a 1.337.
El índice brasileño Ibovespa cayó un 5,1% al inicio de las operaciones, pero luego subió y entró en territorio positivo para caer de nuevo un 0,2% a 40.075 puntos. En Santiago de Chile, el índice IPSA bajó un 2,5% a 2.288 mientras que en México, el índice IPC subió un 0,8% a 21.905.
La baja en los mercados de divisas contribuyó al retroceso en los mercados de valores, registrado en divisas locales, por lo que los bancos centrales de Brasil y México subastaron dólares para apuntalar sus divisas.
Las pérdidas dominaron los mercados latinoamericanos, marcados por una caída del 4,5% el martes.
El real brasileño cayó ante el dólar estadounidense a su pero cotización en dos años, 2,5 por dólar pero se repuso al final después de que el Banco Central organizara tres subastas por un total de 1.300 millones de dólares.
Y en Chile, el peso cayó a su peor cotización en cuatro años, llegando a los 600 pesos por dólar.
El peso mexicano, que fue cotizado a menos de 11 por dólar la mayor parte del año, osciló el miércoles en torno a los 13 pesos por dólar y alcanzó brevemente los 14 por dólar. Empero, recuperó parte del terreno después que el banco central de México dijo que subastaría 2.500 millones de dólares de sus reservas.
El banco dijo que subastará 400 millones de dólares diarios a partir del jueves si el peso sigue devaluándose más del 2% con respecto al cambio del día anterior. Las reservas internacionales eran de 84.000 millones de dólares el viernes.
El peso cerró a 11,1 por dólar la semana pasada y desde entonces viene cayendo.
Los expertos dijeron que la caída es una reacción a la baja de los precios del petróleo y el deterioro de las perspectivas de crecimiento de la economía en medio del torbellino de la situación global.
Los mercados de toda la región han caído durante las últimas semanas por miedo a una desaceleración global que afectará el sólido crecimiento latinoamericano de los últimos años.
Los expertos predicen que la fluctuación del mercado podría durar semanas o meses y podría devastar la economía de mercaderías de muchos países latinoamericanos.
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