domingo, 12 de octubre de 2008

Ministros de finanzas tratan de calmar los mercados

WASHINGTON.- Ministros de finanzas de las principales naciones industrializadas continuaban buscando el domingo formas de lidiar con la grave crisis financiera internacional, en momentos en que ésta se disemina rápidamente a los países en desarrollo.

El presidente George W. Bush y los líderes financieros del mundo trataron de mostrar unidad el sábado para combatir la crisis crediticia, esperando calmar a los inversionistas cuyo pánico se ha diseminado pese a audaces acciones gubernamentales.

La crisis dominó las discusiones en la reunión del Grupo de los Siete (Estados Unidos, Japón, Alemania, Francia, Gran Bretaña, Italia y Canadá) y en las sesiones del Fondo Monetario Internacional y del Banco Mundial.

Las conversaciones enfilaron el domingo hacia el Banco Mundial y su comité de fijación de pautas políticas, encabezado por el ministro de Finanzas de México Agustín Carstens y por el presidente del Banco Mundial Robert Zoellick.

Zoellick dijo que ya 28 países de economías emergentes están sufriendo la crisis a raíz del aumento de los alimentos y de los combustibles.

"Los más pobres no pueden pagar el precio más alto", dijo Zoellick. "Para los pobres, el costo de la crisis podría ser de toda una vida".

Bush volvió a prometer que su gobierno hará todo lo posible para frenar la peor crisis que aqueja al mundo desde la Gran Depresión de la década de 1930.

"En un mundo interconectado, ninguna nación ganará nada afectando las fortunas de otra. Estamos en esto juntos. Saldremos de esto juntos", dijo Bush el sábado. "Ha habido momentos de crisis en el pasado, en los que las naciones poderosas del mundo enfocaron su energía en contra de las otras o buscaron aislarse del mundo. Esta vez es diferente", indicó.

Bush no mencionó hasta ahora acciones específicas, pero Irlanda recientemente garantizó todos los depósitos bancarios, causando reacciones similares en Alemania y otros países, preocupados porque el nerviosismo de los depositantes llevara sus cuentas bancarias a Irlanda.

El presidente hizo referencia, sin embargo, a una acción nueva e importante emprendida por su gobierno, la nacionalización parcial de algunos bancos. Luego de días de conjeturas sobre si sería emprendida dicha medida, el secretario de la Tesorería, Henry Paulson, anunció la noche del viernes que su gobierno compraría en parte varios bancos estadounidenses.

El presidente Hoover trató algo similar en 1932, durante la Gran Depresión. No se dieron detalles sobre cómo sería ejecutado el nuevo enfoque, solamente que era similar al emprendido por Gran Bretaña para inyectar capitales a sus bancos, a cambio de acciones.

El gobierno estadounidense aportaría una parte no aclarada de los 700.000 millones de dólares aprobados por el Congreso hace una semana para la compra de acciones en una amplia variedad de bancos y otras instituciones financieras.

No hay comentarios:

Publicar un comentario