"Se está perdiendo una de las piezas claves de la operatoria institucional del sistema financiero. Con la estatización desaparecerá el principal financiador de largo plazo de la inversión y la producción", dijo Pablo de Estrada, director del Mercado Abierto Electrónico (MAE).
Estrada advirtió de que faltará crédito para empresas y consumidores si pasan a la caja jubilatoria estatal los 30.000 millones de dólares que manejan las diez administradoras de fondos de pensión, cuyas inversiones sufrieron fuerte pérdida de rentabilidad en los últimos meses por la crisis financiera global.
Pero el titular de la Administración Nacional de la Seguridad Social (ANSES), Amado Boudou, rechazó esos argumentos al asegurar que el Estado continuará financiando los fondos fiduciarios que reciben dinero de las administradoras privadas de pensiones.
"El Estado se comportará como un inversor institucional, orientando los fondos hacia inversiones productivas que generen trabajo", dijo Boudou, al brindar precisiones sobre el proyecto, que dividió a la oposición y provocó alarma entre ahorradores preocupados con el destino de sus aportes.
Boudou, quien presentó la iniciativa el martes junto a la presidenta Cristina Kirchner, negó además que el gobierno pretenda ejercer alguna influencia en los directorios de las empresas a las que se incorporará al captar la participación accionaria que tienen las AFJP.
Se trata de 40 firmas en las que el Estado ingresará con porcentajes que van desde menos del 1% hasta un 25%, entre ellas Edenor (25,3%), Telecom (22,8%), Petrobras (13,2%) y el español Banco Francés (6,6%), según fuentes del sector privado.
En un clima de incertidumbre y volatilidad, la Bolsa de Buenos Aires abrió sus operaciones este jueves con una caída del 0,93%, pero una hora más tarde revertía la tendencia con una subida del 4,54%. La recuperación se registraba tras sufrir un derrumbe del 21% entre martes y miércoles, como reacción al proyecto gubernamental que está sujeto a aprobación parlamentaria.
El proyecto de nacionalización impactó negativamente la cotización de acciones de empresas españolas con intereses en Argentina en la Bolsa de Madrid, y recibió duras críticas del presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), Gerardo Díaz Ferrán. "Es malo para Argentina y malo para los empresarios que están o estamos allí: malo en general para todo el mundo iberoamericano", dijo Díaz Ferrán.
Boudou sumó a su cargo este jueves el de superintendente de Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP), organismo de control del multimillonario negocio de las pensiones privadas, tras la renuncia de su ex titular en reacción al golpe mortal contra el sistema vigente desde 1994.
"El Estado aporta 4.000 millones de pesos para complementar unas 170.000 jubilaciones privadas (de un total de 450.000) y la tendencia era que esto creciera", dijo Boudou, quien destacó que el proyecto oficial crea una comisión parlamentaria para controlar la administración estatal de los fondos.
Sin embargo, Santiago Palla, presidente de la Unión Argentina de AFJP aseguró que "el sistema privado tuvo una rentabilidad positiva en torno al 14% nominal y del 7% en términos reales en toda su historia", aunque reconoció que la actual crisis impactó negativamente esos números en los últimos meses.
El sistema de AFJP cuenta con 9,5 millones de trabajadores anotados, pero sólo 3,6 millones son aportantes efectivos, ya que los restantes no cumplen las contribuciones por evasión de las empresas o de los autónomos, según estadísticas oficiales.
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