Un juez bloquean en EE UU transferencia de fondos argentinos

NUEVA YORK.- Un juez impidió que Argentina saque de Estados Unidos cualquiera de sus inversiones de fondos de pensión hasta que él escuche las quejas de los tenedores de bonos que entablaron un juicio por 553 millones de dólares contra el país sudamericano.

El juez federal de distrito Thomas P. Griesa firmó una orden donde pide a la policía judicial que espere sus instrucciones antes de despachar cualquier documento legal que dé como resultado la transferencia de fondos.

Barry R. Ostrager, abogado de los tenedores de obligaciones, dijo el jueves que su despacho, Simpson Thacher & Bartlett LLP, buscó la orden de congelamiento luego que la presidenta argentina Cristina Fernández anunciara el 21 de octubre planes de estatizar 23.000 millones de dólares en activos de fondos privados de pensión con el fin de proteger el dinero para jubilación ante la crisis financiera global.

"Estamos bastante ciertos de que una porción significativa de esos fondos estaría en Estados Unidos", señaló.

Ostrager dijo confiar en que el juez mantendrá la orden de congelamiento luego de la audiencia. Consideró probable que el magistrado fije una fecha para que ambas partes presenten argumentos por escrito.

Ostrager agregó que la orden de congelamiento no evita que las compañías financieras realicen sus decisiones habituales de inversión relacionadas con los activos de los fondos de pensiones, siempre y cuando no los saquen de Estados Unidos.

En documentos de la corte fechados el miércoles, Ostrager dijo que la orden de congelamiento era necesaria porque el país sudamericano "ya está tomando medidas para que los administradores de fondos de pensión privados nominalmente independientes repatrien a Argentina inversiones extranjeras en FJP (10 fondos de pensión privados), incluso antes de que entre en efecto la legislación de estatización".

Según documentos de la corte, los fondos privados de pensiones poseen aproximadamente 26 millones de dólares en activos.

La mayoría de los partidos políticos de Argentina apoyan el plan de Fernández debido a que en toda Latinoamérica la gente está cuestionando los beneficios de una ola de privatizaciones de la década de 1990 propugnada por Washington, las cuales fueron vistas como beneficiosas para la gente rica con contactos políticos y que con frecuencia terminó comprando las compañías a bajo precio.