viernes, 3 de octubre de 2008

Una minicumbre europea de crisis para dar confianza a los mercados

PARÍS.- La minicumbre europea organizada en París el sábado por el presidente francés, Nicolas Sarkozy, tratará de transmitir un mensaje de tranquilidad a los mercados, sin que se esperen medidas concretas para capear la tormenta financiera.

La reunión de las cuatro principales economías de Europa -Alemania, Francia, Gran Bretaña e Italia- debe ser la primera etapa hacia la refundación del capitalismo financiero, según pretende Sarkozy, cuyo país ejerce este semestre la presidencia de la Unión Europea (UE).

Sus prolegómenos han estado marcados por las diferencias franco-alemanas. Berlín descartó de plano la idea, prudentemente sugerida por Francia, de crear un fondo para rescatar a los bancos en dificultades, a imagen del presentado por las autoridades estadounidenses.

"Francia quiere ser activa (...) Quiere tomar iniciativas", antes que "ser acusada de inmovilismo", dijo este viernes Jean-Pierre Jouyet, secretario de Estado de Asuntos Europeos.

Sugerido inicialmente por la ministra de Economía francesa, Christine Lagarde, este proyecto de fondo de rescate, para el que se citó la cifra de 300.000 millones de euros, fue acogido desfavorablemente en casi todas partes. Tanto el presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, como el ministro de Finanzas de la eurozona, Jean-Claude Juncker, rechazaron la idea.

Ante todo, los europeos quieren acordar una respuesta común a la crisis. El gobierno irlandés, por ejemplo, se adelantó ofreciendo una garantía ilimitada sobre todos los depósitos de los seis bancos irlandeses, para calmar a una opinión pública airada.

Pero sus vecinos británicos expresaron su indignación por considerar que distorsiona las leyes de la libre competencia. La cumbre dirigirá, como mínimo, un mensaje implícito a los irlandeses, según un diplomático francés.

Pero ante todo, la respuesta de los europeos será técnica. Se trata de proponer pistas para una mejor regulación de las finanzas mundiales, para evitar los excesos que condujeron a esta crisis, calificada por Jean-Claude Trichet como inaudita "desde la Segunda Guerra Mundial".

El encuentro entre Angela Merkel, Nicolas Sarkozy, Gordon Brown y Silvio Berlusconi tendrá lugar a primera hora de la tarde en el palacio del Elíseo. Les acompañarán Trichet, Juncker y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Barroso.

Este último confirmará la flexibilización puntual de las reglas de la competencia para permitir que los gobiernos ayuden a los bancos. Pero de ningún modo se va a permitir, por el momento, que se tomen libertades con las reglas presupuestarias de Maastricht, según un diplomático francés.

Tras la cumbre del sábado, la Unión Europea se reunirá el lunes al completo en Luxemburgo a nivel de ministros de Economía. El fin de semana siguiente habrá una reunión de los ministros de Economía del G7 en Washington y, finalmente, Nicolas Sarkozy espera que el G8 celebre una cumbre especial tras las elecciones estadounidenses del 4 de noviembre.

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