viernes, 24 de octubre de 2008

Zapatero propone que el FMI supervise el sistema financiero y rechaza aumentar el proteccionismo

PEKÍN.- El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reclamó anoche en Pekín dar un nuevo mandato al Fondo Monetario Internacional (FMI) que le dote de mecanismos de supervisión del sistema financiero internacional y refuerce su papel como 'prestamista' a las economías emergentes en casos de crisis internacionales y, además, advirtió de que la actual crisis no puede derivar en un aumento del proteccionismo y cierre de los mercados, porque reducir el comercio minaría el desarrollo.

Zapatero se expresó así ante representantes de 45 países asiáticos y europeos, reunidos en Pekín en la séptima Cumbre ASEM, según informaron fuentes de la delegación española. El jefe del Ejecutivo llevará estas propuestas, más desarrolladas y estructuradas, a la reunión de jefes de Estado y de Gobierno de la UE convocada para el 7 de noviembre.

No se refirió expresamente al éxito del sistema del Banco de España, pero sí pidió que el FMI se dote de mecanismos para supervisar el sistema financiero internacional que tengan en cuenta los buenos modelos actuales.

Apostó además por que este órgano pueda actuar en última instancia como prestamista para los países que lo necesiten en casos de crisis financieras internacionales como la actual, y no sólo, como actualmente, en caso de graves crisis macroeconómicas en un sólo país a los que, además, les impone unas condiciones muy estrictas.

El presidente definió la actual crisis como una "crisis de responsabilidad" en la que unos pocos se han enriquecido, gracias a la falta de controles y de transparencia, y añadió que, para salir de ella, es necesario precisamente un "ejercicio de responsabilidad".

La intervención de Zapatero se produjo durante la cena que los jefes de Estado y Gobierno de la ASEM celebraron, y no durante la reunión de trabajo porque los anfitriones chinos quisieron seguir el programa estrictamente y cortaron la sesión en el momento previsto, aunque las intervenciones se estaban alargando.

Además, aprovechó su presencia en la cumbre para tener una breve conversación --de unos 10 minutos-- con el primer ministro japonés, Taro Aso, pero, según las fuentes, no le pidió expresamente apoyo para que España sea finalmente invitada a la cumbre que el G20 celebrará el 15 de noviembre en Washington para lanzar la reforma del sistema financiero.

Japón es uno de los cinco países asiáticos que están presentes en Pekín y estarán en la reunión de Washington porque forman parte del G20, y Zapatero tiene ya previstos para hoy encuentros con los líderes de otros tres: los presidentes de Corea del Sur y China, Lee Myung Bak y Hu Jintao, respectivamente, y el primer ministro indio, Manmohan Singh (el quinto es Indonesia).

Zapatero tiene también en agenda un encuentro con el primer ministro de Singapur, Le Hsien Loong.

Aunque fuentes gubernamentales aseguraban que Zapatero aprovecharía esta cumbre para recabar apoyos de cara a la cita del día 15, ayerla delegación española dejó claro que no hay intención de ir pidiendo expresamente avales.

Además, las fuentes argumentaron que la Cumbre ASEM, que reúne a 45 países que suman el 52% del PIB mundial, es suficientemente importante en sí misma, que España tiene muchos intereses en la región, que recabar apoyos para la cumbre del día 15 no era el objetivo principal del viaje y que los contactos continúan a otros niveles.

Sin embargo, con su intervención ante la cumbre, Zapatero sí ha querido dejar claro que tiene ideas que aportar ante la crisis internacional.

Así, en su conversación con su homólogo japonés, ambos hicieron un repaso de la situación y de la necesidad de dar confianza a los mercados de manera coordinada. Como señalaron varios asistentes a la Cumbre, ante una crisis global, la respuesta debe ser global.

El primer ministro japonés preguntó a Zapatero por la situación en España, y éste admitió que la situación es difícil, pero que el Ejecutivo está tomando medidas para afrontarla. El mandatario español aceptó además la invitación de su homólogo para viajar a Japón, un país al que Zapatero ha estado a punto de viajar en dos ocasiones (2005 y 2007), pero finalmente no ha visitado.

Las cumbres internacionales suelen propiciar encuentros espontáneos a la entrada o salida de las reuniones y, según las imágenes que grabaron las televisiones, a Zapatero se le pudo ver saludando a los ministros de Exteriores de Francia y Portugal al entrar en la sala y, tras la foto de familia, abandonar el lugar en compañía del presidente francés y presidente de turno de la UE, Nicolas Sarkozy, y el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso.

Sarkozy, por su parte, propuso en su intervención en la sesión a puerta cerrada que la reunión ASEM elabore una propuesta para la reforma del sistema financiero, dado que en la cita de Pekín están presentes varios países que acudirán a la cumbre financiera del 15 de noviembre, según fuentes de la delegación española.

En la Cumbre del día 15 participará el G20 (Argentina, Australia, Brasil, Canadá, China, Francia, Alemania, India, Indonesia, Italia, Japón, México, Rusia, Arabia Saudí, Sudáfrica, Corea del Sur, Turquía, Reino Unido y Estados Unidos), del que forma parte también la UE, representada por el Banco Europeo de Inversiones y la presidencia de la UE, en este caso Francia.

Sarkozy, que fue de los primeros en intervenir en la sesión de trabajo a puerta cerrada, se concentró en señalar los errores que, a su juicio, no se deben volver a cometer si se pretende evitar otra crisis financiera, como la falta de mecanismos de supervisión internacionales, así como de las agencias de calificación financiera --a las que los poderes públicos acusan de no haber alertado a los inversores sobre los activos de baja calidad-- y de los fondos especulativos (hedge funds).

Además, el presidente francés había comenzado su intervención con palabras de agradecimiento a Zapatero por haber tenido la iniciativa de convocar la Cumbre del Eurogrupo en París, y destacó que ese encuentro fue el de más trascendencia, en el que se tomaron más medidas concretas y que tuvo mayor impacto en los mercados.

También fue de las primeras en intervenir la canciller alemana, Angela Merkel, quien insistió en que ante la dimensión global de la crisis, hay que dar una respuesta global. Además, la canciller propuso la creación de un programa de inversiones a cargo del Banco Mundial para los países más necesitados, según fuentes españolas.

Tras dedicar la tarde de ayer a analizar la crisis financiera, la Cumbre termina hoy con las sesiones sobre 'Asuntos globales: seguridad alimentaria y gestión de desastres naturales' y 'Desarrollo sostenible: Objetivos de Desarrollo del milenio, seguridad energética, cambio climático y cohesión global', donde también tiene previsto intervenir Zapatero.

Durante el almuerzo, los dirigentes europeos abordarán temas de preocupación común --previsiblemente la situación política y económica en ambas regiones y, en concreto, en Afganistán, Irán y Birmania-- y dedicarán la última sesión a profundizar sobre el diálogo de civilizaciones.

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