miércoles, 5 de noviembre de 2008

Alemania aprueba un paquete de estímulo económico contra la crisis

BERLÍN.- El gabinete de la canciller alemana, Angela Merkel, aprobó este miércoles un paquete de estímulo por 23.000 millones de euros, destinado a ayudar a la mayor economía europea y mayor exportador mundial a evitar los peores efectos de una fuerte desaceleración económica mundial.

Se anticipa que Alemania, que representa un tercio de la actividad económica de la Eurozona, atravesará una seria desaceleración y ya podría hallarse en recesión técnica si, como se prevé, el Producto Interior Bruto (PIB) decreció por segundo trimestre consecutivo en el periodo que va de julio a septiembre.

El lunes, el índice IFO señaló que la confianza de las empresas alemanas cayó en octubre a su menor nivel en más de cinco años, y el gobierno revisó a la baja su pronóstico de crecimiento para 2009 a sólo el 0,2%, la menor tasa de crecimiento de Alemania desde la recesión de 2003.

Merkel ha destacado que las medidas a adoptar para enfrentarse a la crisis serán "específicas". Berlín critica fuertemente las propuestas del presidente francés, Nicolas Sarkozy, que ocupa actualmente la presidencia de la Unión Europea (UE), de realizar masivas intervenciones estatales a nivel europeo.

El paquete, que según el ministerio de Finanzas alemán costará 23.000 millones de euros (30.000 millones de dólares), es relativamente pequeño, y se centra en recortes impositivos, préstamos para empresas garantizados por el Estado y proyectos de infraestructura para alentar la actividad económica antes de la esperada recuperación de 2010.

Berlín también quiere combinar las medidas con progresos para reducir las emisiones de gases con efecto invernadero a través de la contratación de firmas más eficientes desde el punto de vista energético para la construcción de edificios públicos como escuelas y hospitales, y a través de incentivos impositivos sobre los coches con menores emisiones.

Esto, a su vez, busca ayudar a los fabricantes de coches alemanes como BMW, Volkswagen y Daimler, que han sido duramente golpeados por la crisis. Merkel también quiere implementar un sistema de impuestos de coches basado en las emisiones.

Berlín ya aprobó un paquete de rescate bancario por 480.000 millones de euros (605.000 millones de dólares), incluidos 80.000 millones de euros en capital fresco para bancos en problemas.

Una víctima de los esfuerzos del gobierno para afrontar la crisis -junto a una caída esperada de los ingresos fiscales debido a la desaceleración- ha sido el objetivo de Merkel de lograr un presupuesto federal equilibrado para 2011. El martes Merkel indicó que la nueva meta será obtener este equilibrio presupuestario en el próximo periodo legislativo, que culmina en 2013.

Gernot Nerb, economista jefe del instituto IFO, dijo que muchas de las medidas como los préstamos garantizados por el Estado, deducir impuestos de algunos activos y costos y aumentar la inversión en infraestructura ayudarían a estimular la actividad económica.

Pero otros expertos consideran que las medidas no van suficientemente lejos, y el público también es escéptico: un sondeo del periódico Emnid en Bild am Sonntag sugirió que un 70% de los alemanes siente que las medidas de Merkel no servirán para nada.

El paquete fue aprobado un día antes de una reunión del comité monetario del Banco Central Europeo (BCE), en la cual se espera un recorte de las tasas de interés de la zona euro para estimular la economía.

La reunión del BCE de hoy jueves tendrá lugar un mes después de que la institución, junto a la Reserva Federal estadounidense (Fed) y otros cinco bancos centrales del mundo, decidiera recortar los tipos en una acción coordinada excepcional para alentar a los mercados financieros.

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