martes, 11 de noviembre de 2008

Banco Santander pide que el G-20 vele por que las medidas anticrisis nacionales no generen competencia desleal

MADRID.- El consejero delegado del Santander, Alfredo Sáenz, confió hoy en que la Cumbre del G-20, que se celebrará en Washington este fin de semana, aborde la necesidad de que los planes que adopten los países para afrontar la crisis financiera mantengan la competitividad entre las entidades, y sostuvo que la cooperación internacional es "fundamental" en estos momentos.

Sáenz, que participó en el XI Congreso Nacional de la Empresa Familiar, incidió en que el cónclave internacional es muy importante para el futuro de la economía y el sistema financiero, y recalcó que las medidas que se adopten a escala nacional deben aplicarse de forma ortodoxa para "no generar elementos de competencia desleal".

"Desde el punto de vista de la economía financiera es necesario que, aparte de hacerse racionalmente y proporcionadamente, (las medidas de los gobiernos) no generen elementos de competencia desleal, que no se rompan los equilibrios entre las entidades", sostuvo el consejero delegado, tras pronosticar que después de los últimos acontecimientos "vamos a vivir en un entorno muy diferente".

Según advirtió, la actual crisis financiera es distinta a todas las registradas anteriormente, ya que tiene "dimensiones desconocidas" y se caracteriza por la confluencia de cinco círculos viciosos que han provocado "una tormenta perfecta" que se ha extendido a la economía mundial, donde las diversas zonas están entrando en recesión, y no se puede confiar en que ninguna región actúe de motor para salir de la atonía.

Esta crisis financiera "es muy seria" y necesita que "todo el peso de la política monetaria y fiscal" se aúne al mismo tiempo para "dar la vuelta a los círculos viciosos": el del descenso del consumo y del empleo, el del descenso del precio de la vivienda y del crédito de los bancos, el de la caída del mercado y el deterioro del balance de los bancos, el de la menor liquidez y la debilidad de prestar de las entidades, y el de las pérdidas en créditos y los menores préstamos.

El vicepresidente y consejero delegado del primer banco español afirmó que los mercados mayoristas internacionales "están funcionando mal", por lo que gobiernos y bancos centrales del mundo "deben sustituir" momentáneamente a los inversores institucionales que prestaban dinero a las entidades para mantener la liquidez en el sistema financiero.

"Están cambiando las reglas del juego para la banca y la economía", incidió Sáenz, para quien en este escenario de dificultades las entidades deberán cambiar algunos de sus criterios de actuación, entre los que destacó un mayor énfasis en la reducción de costes, que podría desembocar, a su parecer, en adquisiciones.

"Puede ser que haya fusiones y compras", dijo Sáenz, que ve "grandes oportunidades" para aquellos que puedan beneficiarse de la debilidad de sus competidores.

En opinión del consejero delegado, la búsqueda de recortes de costes también puede desembocar en la revisión de todos los planes de expansión y de "todo lo que no sea necesario, incluso de la capacidad instalada en el sector", para contrarrestar el aumento de la morosidad y la menor demanda de crédito.

"Hace tiempo vivíamos en el tiempo de la macro, ahora sólo unas pocas empresas bien gestionadas lograrán crecer. Es el tiempo de la micro", ilustró.

Según Sáenz, las entidades de todo el planeta también deberán avanzar en el desapalancamiento, lo que lastrará el crecimiento en los próximos años.

A su parecer, el desequilibrio entre la deuda y los recursos propios no puede seguir subiendo, "tiene que normalizarse y bajar", y la deuda ya no puede ser motor de crecimiento, como en los últimos 15 años.

"Todo aquel que esté endeudado y tenga que desapalancarse tendrá tiempos difíciles, ahora la liquidez manda", aseveró el consejero delegado.

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