miércoles, 12 de noviembre de 2008

Barcelona tiene casi 2.000 personas sin hogar, la mayoría de ellos hombres y extranjeros

BARCELONA.- La ciudad de Barcelona tiene 1.878 personas sin hogar, la mitad de los cuales duerme en la calle y en asentamientos colectivos, y el resto en residencias de la red de atención a este colectivo.

Así consta en el informe 'Quien duerme en la calle. Una investigación social y ciudadana sobre las personas sin techo', que se presentó hoy en Barcelona y que forma parte de la Colección de publicaciones de la Obra Social de Caixa Catalunya 'Eines per a la inclusió'.

El estudio es el resultado del trabajo de campo realizado por más de 700 voluntarios que en la noche del 12 de marzo recorrieron la ciudad condal y contabilizaron cuántas personas dormían en la calle, además de realizarles encuestas para conocer su situación. También se realizaron recuentos en Lleida y en Madrid.

Los voluntarios contabilizaron a 615 personas durmiendo en la calle, la Guardia Urbana dio cuenta de otras 43 que lo hacían en Montjuïc y Collserola, 265 dormían en asentamientos colectivos y 955 estaban alojadas en residencias.

Uno de los autores del estudio, el profesor de la Universidad Pontificia de Comillas Pedro Cabrera, señaló que esta es la mejor aproximación que han conseguido, aunque reconoció que es posible que alguna persona haya quedado fuera del recuento o que otras se hayan contado dos veces.

El perfil de estas personas es el de hombre (89,5%), de una media de 41 años --aunque casi el 40 por ciento son menores de 35 años-- y extranjero (62%) y soltero (50%). Además, el 41,2 por ciento tiene estudios primarios y el 45,7 por ciento lleva más de un año en la calle --mientras que en Madrid ese porcentaje llega al 61,8 por ciento--.

Estas personas se concentran en los distritos del Eixample (26,5%) y Ciutat Vella (23,8%), seguidos de Sant-Montjuïc (16,7%), Sant Martí (10,7%) y Sarrià-Sant Gervasi (9%). El 31,1 por ciento durmió en una calle o plaza, el 25,5 por ciento en un cajero, el 24 por ciento en un parque y el 11,7 por ciento en túneles o estaciones.

Para subsistir, un 28,1 por ciento de ellos pide limosna, un 20,3 por ciento recibe ingresos a través de una pensión de la administración, el 15,6 por ciento obtiene ayuda económica de sus familiares y amigos y el 42,2 por ciento consigue fondos de otros lugares, principalmente de vender chatarra.

Un dato a destacar es que el 19,3 por ciento de los encuestados aseguró tener trabajo, la mayoría relacionado con el sector de la construcción y la hostelería. Cabrera alertó que la actual situación de crisis, que ha afectado duramente a la construcción, puede provocar un aumento de las personas sin hogar.

Una gran parte de las personas sin hogar de Barcelona pasa el día sola (39,8%), y los que se relacionan con otra gente suelen hacerlo con amigos (73,1%) u otros ciudadanos en su misma situación (51,2%). A pesar de esto, el 45,6 por ciento de los encuestados tenía algún tipo de relación con su familia.

Las personas sin hogar de la capital catalana consideran que los motivos que les han llevado a la calle son la falta de trabajo (31,1%), falta de dinero (27%) y los problemas familiares y una ruptura afectiva (20,3%).

A mayor distancia se encuentran motivos como la falta de documentos en regla (12,2%), problemas con el alcohol (8,1%) y las drogas (6,8%) y una pequeña parte que asegura que vive en esa situación voluntariamente (6,8%).

Al preguntárseles por el tipo de alojamiento que les gustaría tener, el 60,7 por ciento optó por un piso compartido, seguido de un 42,9 por ciento que anhela un piso para él solo, un 33,9 por ciento apuesta por alquilar una habitación, un 14,3 por ciento quiere una pensión y un 12,5 por ciento un albergue.

Ante esta situación, Cabrera señaló que si la oferta dirigida a este colectivo se centra en los alojamientos de primera acogida la actuación "está fuera de la expresión de deseo" de las personas sin hogar, por lo que instó a "cambiar el 'chip'" y aumentar los alojamientos sociales tutelados.

El director de Inclusión Social de la Obra Social de Caixa Catalunya, Àngel Font, afirmó que una de las principales conclusiones del estudio es la falta de recursos asistenciales para estas personas y especialmente de plazas de media y larga estancia.

Actualmente, de las 1.021 plazas que hay en Barcelona sólo 198 son pisos de inclusión, por lo que aseguró que la primera línea de trabajo es "duplicar" dichas plazas.

En la misma línea, el teniente de alcalde de Acción Social y Ciudadanía del Ayuntamiento de Barcelona, Ricard Gomà, se comprometió a cumplir el Plan de Inclusión Social aprobado en 2005, a pesar de la crisis económica, que permitirá crear tres nuevos equipamientos de acogida y se "doblará" la oferta de plazas de pisos de inclusión hasta 2011.

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