El encuentro, organizado por Casa Asia, junto con el Ayuntamiento de Barcelona, la Generalitat de Cataluña y el Instituto de Comercio exterior español (ICEX), busca "reforzar los lazos europeos y españoles con el mercado chino y facilitar las inversiones Chinas en España".
Durante dos días, directivos empresariales chinos debatirán con sus homólogos internacionales "sobre el papel de esta potencia económica para evitar que la actual crisis financiera desemboque en una recesión mundial", explicó Casa Asia.
A la inauguración en el Museo Marítimo asistieron dos ministros españoles, el de Asuntos Exteriores y de Cooperación, Miguel Ángel Moratinos, y el de Industria, Comercio y Turismo, Miguel Sebastián, junto con el presidente de la Generalitat, José Montilla y el alcalde de Barcelona, Jordi Hereu.
El heredero de la corona española, el príncipe Felipe de Borbón, presidirá este martes la sesión plenaria especial en el World Trade Center.
Un grupo de representantes y activistas de la Casa del Tíbet se manifestaron pacíficamente ante la entrada del Museo Marítimo de Barcelona, fuertemente custodiado por la policía, donde reclamaron "el respeto a los derechos humanos, la solidaridad entre todos los pueblos del mundo y la libertad de las naciones oprimidas", explicó Thubten Wangchen, director de la Fundació Casa del Tíbet de Barcelona.
En el otro lado del ingreso al recinto, con velas en sus manos, se manifestaron activistas de Amnistía Internacional (AI). Su vicepresidente en Cataluña, Jordi Baltá, declaró que la organización "no se opone a esta cumbre, pero quiere recordar las responsabilidades de derechos humanos que comporta la internacionalización de las empresas".
Teniendo en cuenta que el lema de la cumbre es 'Globalizando las compañías chinas', AI "quiere reiterar que el crecimiento de las multinacionales chinas y su aumento de inversiones en el extranjero tiene que ser un proceso basado en el respeto estricto de los derechos humanos", añadió.
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