lunes, 10 de noviembre de 2008

Cuatro cajas de ahorro españolas cortan el crédito casi en seco

MADRID.- Con la crisis financiera internacional y la económica nacional, las entidades han cerrado el grifo casi por completo. Entre mayo y agosto, el crecimiento total del crédito en España ha sido de sólo un 1,81%, y hay datos para pensar que el cerrojazo de la financiación se ha acentuado en los dos últimos meses, según el diario "Público".

Con las cifras disponibles, son muy pocas las entidades que mantienen un ritmo aceptable de concesión de financiación. Entre las mayores (con un saldo crediticio superior a 10.000 millones de euros), destacan los crecimientos de Santander y La Caixa. Estas dos entidades sostienen el crecimiento del conjunto del mercado. Sin sus aumentos de en torno al 4% entre mayo y agosto, el negocio prácticamente se habría paralizado en España.

Otras entidades como Caja Madrid, Caja Navarra o Barclays también destacaron entre las más activas en el trimestre. Este periodo es clave para conseguir financiación de forma inminente, ya que lo tendrá en cuenta el Gobierno en sus subastas de liquidez, aunque es posible que el reparto se actualice con los datos de septiembre, aún no disponibles.

Por contra, hay otras entidades que han disminuido su saldo crediticio. En este colectivo se encuadran grupos tan importantes como Caja Murcia, Caixa Catalunya, Cajasol o Caja Granada.

Las razones para este parón son que hay menos demanda de crédito para la compra de vivienda y que las entidades no disponen de liquidez para conceder créditos. Tienen que destinar prácticamente todos sus activos a pagar sus vencimientos de deuda, que ascienden a 170.000 millones hasta final de 2009. Pero nunca lo reconocerán en público, ni de forma individual.

Tampoco quieren decir en voz alta, pero sí lo hacen en privado, que los planes del Gobierno para inyectar liquidez no van a ayudar a que el crédito crezca mucho más.

Los 50.000 millones que, como máximo, van a recibir por la venta de activos no suponen ni una tercera parte de los vencimientos, con lo que la mayor parte de lo que se reciba se dedicará a pagar sus propias obligaciones. Y aunque tuvieran liquidez, tampoco darían muchos créditos porque la crisis hace inviables muchos proyectos empresariales.

Las entidades no sólo no conceden nueva financiación. Además, han cortado las líneas de crédito también el papel de descuento, con el que la banca adelanta a sus clientes los pagos que recibirán 30, 60 ó 90 días después. Las empresas avisan que si no reciben esos adelantos tendrán que cerrar.

Y las cosas no van a ir a mejor, a juzgar por las encuestan que han realizado recientemente el BCE y el Banco de España entre las entidades. En general, aseguran que van a endurecer las condiciones de financiación a las empresas por las malas perspectivas económicas que existen.

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