En concreto, el 'Plan para la modificación y racionalización' representa una ampliación de las medidas que algunas entidades habían puesto en marcha de manera autónoma y permitirá a los prestamistas modificar las condiciones de los créditos de aquellos clientes en apuros, de modo que los pagos resulten más accesibles.
El proceso de "racionalización" será aplicado a aquellos clientes "en riesgo" con retrasos de al menos 90 días en sus hipotecas y cuyos préstamos pertenezcan a Freddie Mac, Fannie Mae o cualquier otro partícipe en el programa.
De este modo, tras recopilar la información del cliente, las entidades dispondrán de un proceso simple para reducir la cuota mensual del particular hasta "no más de un 38% de sus ingresos mensuales", ya sea mediante la extensión de la duración del préstamo, reduciendo los tipos de interés aplicados y/o renunciando a parte del principal.
En el caso de que estas medidas no lograran reducir la cuota mensual del cliente a un nivel accesible éste recibirá asesoramiento adicional para examinar todas las opciones disponibles para evitar la ejecución hipotecaria.
"Se trata de un esfuerzo importante por parte de la industria hipotecaria para ayudar a los hogares", dijo Faith Schwartz, director ejecutivo de la alianza secorial 'Hope Now', que agrupa a diferentes actores del sector.
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