sábado, 15 de noviembre de 2008

El Banco Mundial considera que la cumbre establece una base "provechosa" y pide respuesta "rápida y coordinada"

WASHINGTON.- El presidente del Banco Mundial (BM), Robert Zoellick, apuntó que la reunión del G-20 ha establecido una "base provechosa" e instó a los líderes de las principales economías del planeta a dar una respuesta "rápida, global y coordinada", que en su opinión pasa en los próximos meses por el protagonismo de los planes de estímulo fiscal, como el recientemente lanzado por China.

"Si septiembre y octubre trataron sobre políticas monetarias coordinadas y cooperativas, entonces noviembre y diciembre tratarán sobre el comienzo de estímulos fiscales", indicó Zoellick.

A este respecto, el presidente del BM afirmó que el paquete de ayudas de 580.000 millones de dólares presentado recientemente por China fue "oportuno y una muestra liderazgo" y señaló que serán necesarias "nuevas acciones decisivas" que deberán tener en cuenta los intereses de los más pobres y vulnerables en los países en desarrollo.

La cumbre de líderes del G-20 acordó en Washington reformar las instituciones financieras internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) el Banco Mundial (BM) y el Foro de Estabilidad Financiera, una institución ligada al G-7 donde están representados los bancos centrales y los supervisores, para aumentar la representación y la participación de las economías emergentes.

A este respecto, Zoellick dio la bienvenida al compromiso del G-20 para incrementar la voz y la representatividad de los países emergentes en la estructura de gobierno de estas instituciones, pero precisó que "aunque los directivos pueden hacer propuestas, la decisión definitiva sobre estas reformas corresponde a los accionistas".

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