miércoles, 12 de noviembre de 2008

El BoE augura una recesión más severa de lo previsto y asume un recorte de intereses mayor contra la inflación

LONDRES.- El Banco de Inglaterra (BoE) avanzó hoy que la recesión en Reino Unido será más severa de lo inicialmente temido, después de que la economía británica entrase en esta categoría ya a mediados de este año, y asumió que para frenar la escalada de la inflación será necesario un recorte de intereses aún mayor que la drástica reducción de la semana pasada, que llevó la tasa a un inédito 3 por ciento.

En la presentación del informe trimestral sobre inflación, el gobernador del BoE, Mervyn King, admitió la preocupación ante las perspectivas para los próximos meses, en los que existe, además, el riesgo de una deflación que podría llegar a prolongarse durante dos años debido al alcance de la depresión económica.

Así, frente a las previsiones apuntadas hace tres meses, la institución considera ahora que la economía llegará a hundirse un dos por ciento en el primer semestre de 2009 y que no volverá a experimentar crecimiento hasta finales del próximo ejercicio ya que, con la economía en contracción, la recesión superará los doce meses.

Con todo, este pesimismo podría verse mitigado en caso de que el Gobierno introduzca los estímulos fiscales a los que el primer ministro, Gordon Brown, se ha mostrado favorable en las últimas semanas. La decisión está a la espera de la presentación del minipresupuesto de otoño que el titular de Hacienda, Alistair Darling, dará a conocer el 24 de noviembre.

Al respecto, King consideró que hay argumentos para introducir apuestas fiscales valientes, ya que el colapso bancario conlleva que las políticas monetarias sean menos efectivas, pero alertó de que cualquier decisión a corto plazo deberá ser coherente con la "disciplina" que se pretende trasladar al sistema tributario, para evitar que los intereses se disparen "a largo plazo".

En este sentido, Mervyn King explicó que tras los cambios operados en el conjunto de la economía desde el mes de agosto, el BoE "ha cambiado sus previsiones" a raíz de "la mayor crisis bancaria desde el fin de la I Guerra Mundial".

"Y se podría decir incluso que es mayor que aquella", aseveró, en un día en que la libra esterlina ha sufrido la más severa depreciación con respecto al dólar en seis años, con una equivalencia de 1,5165, y una caída récord con respecto al euro, de hasta 1,2128.

El gobernador del banco central británico reconoció que es "muy probable" que la economía del país hubiese entrado en recesión ya a mediados de año y, pese al pesimismo con el que se refirió al que viene, admitió que resulta complicado predecir el nivel de gravedad que caracterizarán a los doce meses de 2009. "Es casi seguro que los índices caerán tanto en el tercero como en el cuarto trimestre de este año", explicó, para añadir: "Y no sé hasta dónde llegará después de eso".

Con todo, la intervención de King representa ya la evaluación más severa difundida por la entidad en mucho tiempo, puesto que considera que la actual inflación, del 5,2 por ciento, muy lejos de los objetivos del 2 por ciento, tan sólo podría recortarse un punto en el próximo bienio si los intereses se mantienen en el 3 por ciento actual, un porcentaje que sólo se alcanzó tras el profundo recorte de 1,5 puntos acometido la pasada semana por el Comité de Política Monetaria en respuesta a la crisis.

El gobernador justificó así los radicales cambios introducidos en las perspectivas del BoE respecto al último informe presentado el pasado mes de agosto, debido a los severos incrementos en el precio de la energía y los alimentos este año, que han llevado al IPC a niveles récord en 16 años que, no obstante, una vez han comenzado a dar un giro, amenazan con convertir la inflación en deflación, es decir, el descenso pronunciado de precios que suele dar como consecuencia una depresión económica.

Al respecto, reconoció que "obviamente" existe este "riesgo, como siempre hay el riesgo de que la inflación sea alta o baja", y añadió que resulta "altamente probable que el índice de precios minoristas lleguen a ser negativos el próximo año como consecuencia del recorte de intereses acometido en el último mes y medio.

Además, avanzó que el banco está "preparado" para un proceder a un nuevo descenso "al nivel que sea necesario" para garantizar que la inflación alcanza los objetivos del 2 por ciento fijados por el Ministerio de Hacienda, de modo que, aunque "llevará tiempo volver ahí, se logrará en el medio plazo".

No en vano, reconoció la "preocupación" de la evolución de la libra y sus consecuencias para la inflación, lo que podría llevar, según los analistas, a un recorte de intereses hasta el 2 por ciento en un plazo de tan sólo un año, en el que se llegaría al nivel más bajo desde la constitución del Banco de Inglaterra en 1694.

Sin embargo, Mervyn King aprovechó también su intervención para reivindicar la reacción del BoE a la vista de la precipitación de los acontecimientos en los últimos meses y, tras rechazar que la entidad hubiese tardado en calibrar la crisis, justificó el severo recorte de los tipos en base a que "los hechos habían cambiado".

Por su parte, el vicegobernador del banco, Charles Bean, declaró que la contracción de la economía británica sería similar a la experimentada por los países nórdicos en la década de los 90, en el sentido de que, pese a ser pronunciada, se prolongó durante un período de tiempo relativamente corto.

Así, consideró que los movimientos adoptados a tiempo para recapitalizar el sector bancario deberían limitar las consecuencias, a diferencia de otros estados en los que la falta de actuación del Gobierno tan sólo está contribuyendo a ampliar el alcance de la recesión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario