martes, 18 de noviembre de 2008

El fabricante de automóviles que declare la quiebra en EE UU se arriesga a ser liquidado

WASHINGTON.- Un fabricante estadounidense de vehículos que se acoja a la ley de quiebras, podría en definitiva ser objeto de una liquidación, ya que sus ventas caerían rápidamente, estimó este martes el presidente de Ford, Alan Mulally.

"Al proceder con este tipo de reestructuración, las ventas caerían tan rápido que nunca habría oportunidad de recuperación del lado de los costos", indicó Mulally a la cadena CNBC, al responder afirmativamente la pregunta de que si acogerse a la ley de quiebras podría dar paso a una liquidación más que a una reestructuración.

Momentos después, ante legisladores estadounidenses, Mulally advirtió de los efectos devastadores que tendría una quiebra de cualquiera de los grandes constructores automotrices, por el efecto dominó de consecuencias considerables sobre el empleo.

"La quiebra de uno de nuestros competidores tendría un efecto devastador sobre el conjunto de los constructores, manufactura de equipos y concesionarios", indicó Mulally, que citó un estudio del instituto de estudios sobre el automóvil CAR.

Potencialmente, hasta tres millones de empleos podrían verse afectados, destacó Mulally, en un escrito preparado para su audiencia ante la comisión de asuntos bancarios del Senado.

"Nuestra industria es muy interdependiente, en particular para nuestros proveedores (...) si uno de de los constructores nacionales quiebra, los efectos sobre la producción de Ford se haría sentir en los días siguientes, si no en las horas siguientes", apuntó.

El rival de Ford, General Motors (GM), ha advertido de que podría verse en la necesidad de declararse en quiebra en los primeros meses de 2009.

Los presidentes de los tres grandes constructores de automotores estadounidenses, Ford, GM y Chrysler, así como el presidente del sindicato del sector, asisten a una audiencia ante la comisión bancaria del Senado, para buscar convencer de la necesidad de mayor ayuda gubernamental.

El presidente ejecutivo de Chrysler, Robert Nardelli, advirtió ante el Senado de que "si no hay un apoyo financiero inmediato, la liquidez de Chrysler podría caer por debajo del nivel requerido para poder asegurar nuestras actividades normales", lo que pone en peligro 56.000 empleos directos del grupo automotriz.

En medio del ambiente pesimista, Mulally anunció que Ford venderá una participación del 20% en su socio japonés Mazda Motor Corp. por 540 millones de dólares, para "recaudar capital que ayudará a financiar nuestra transformación".

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