El balance social puede ser más pesado aún: según la prensa alemana, unos 20.000 empleos dependen de DHL Express, a través de gente subcontratada.
La nueva ronda de recortes se suma a la eliminación ya anunciada de 5.400 empleados en la unidad, que compite con UPS Inc. y FedEx Corp., agregó la compañía.
En un comunicado, Deutsche Post estimó que la reestructuración costará unos 3.000 millones de euros en dos años, y por ende el grupo registrará una pérdida neta este año. "No hay alternativa" a este plan social, aseguró su presidente, Frank Appel.
Los inversionistas de Deutsche Post le dieron la bienvenida a la decisión, que hizo subir las acciones de la empresa 7% a 10 euros (12,90 dólares) en la bolsa de Francfort.
Los recortes son parte de un vasto plan para reducir operaciones en Estados Unidos, incluyendo todos los servicios internos. Los embarques internaciones desde y hacia Estados Unidos continuarán. La unidad DHL Express emplea actualmente a unos 18.000 trabajadores.
Deutsche Post dijo que Estados Unidos sigue siendo un mercado clave y que sus otras operaciones allí, incluyendo transporte de carga y correo global, no serán afectadas por los cierres.
La unidad de logística de Deutsche Post en Estados Unidos emplea a más de 25.000 trabajadores.
Parte del plan llama a suspender los embarques internos en Estados Unidos para el 30 de enero, luego que la compañía cierre todos sus centros de envío y reduzca sus centros de servicio de 412 a 103 en todo el país.
En una conferencia de prensa, funcionarios de la compañía, incluyendo el principal ejecutivo financiero John Allen, dijeron que la eliminación de empleos y los cierres de centros ocurrirán en "todo el país", sin dar más detalles.
"La red retenida de Express en Estados Unidos será ajustada para servir las necesidades de los clientes internacionales del grupo", dijo la compañía en una declaración.
El grupo alemán, propiedad todavía en un 31% del Estado, anunció que suspendería desde el 30 de enero sus entregas de correo exprés en el mercado doméstico estadounidense, manejadas por su filial DHL, para concentrarse en sus envíos internacionales.
Al abandonar el mercado doméstico estadounidense de correo exprés, el ex monopolio pone fin a una estrategia particularmente ruinosa, tanto en términos de empleos como de finanzas.
Algunos analistas no dudan en comparar a Deutsche Post con el fabricante de coches Daimler, que también terminó sin pena ni gloria su aventura en Estados Unidos al vender su filial Chrysler.
Desde 2003, cuando Deutsche Post se lanzó definitivamente al mercado doméstico estadounidense al comprar las operaciones terrestres de la sociedad Airborne, la actividad de entrega exprés en Estados Unidos ha costado en total 7.500 millones de euros a su casa matriz, según Appel.
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