Fernández anunció además que enviará al Congreso un proyecto de ley para que los argentinos que enviaron de forma ilegal sus fondos al extranjero puedan repatriarlos sin sufrir ningún tipo de castigo. Diversos economistas calculan que hay unos 100.000 millones de dólares de particulares y empresas fuera del país.
"Quienes declaren sus capitales sin traerlos al país, pagarán 8% de impuestos; los que los traigan, el 6%; quienes los inviertan en títulos de la deuda, 3%, y quienes los inviertan en infraestructura, inmobiliario, actividad agroganadera, el 1%", precisó la presidenta argentina.
Fernández dijo que de esa forma se buscará "reorientar fuertemente los fondos de esos argentinos que por distintas causas descreyeron del país, para lograr un mayor grado de inversiones y productividad para ellos y para la economía".
La mandataria también anunció que las empresas que contraten nuevos empleados el año próximo se verán beneficiadas con una serie de incentivos fiscales, como una dismunición en la contribución por cargas sociales que deben abonar las empresas.
"Es un plan que no significa un ahogo para las empresas, es una promoción de nuevos trabajos registrados; con una salvaguarda para que no se permita un cambio en la planta de trabajadores para no pagar contribuciones patronales", explicó la mandataria.
Los efectos de la crisis financiera internacional se han comenzado a sentir en Argentina, donde la actividad de la industria tuvo una caída del 1,9% en octubre respecto de septiembre y sólo creció un 2,5% respecto de octubre de 2007.
Sobre la creación del Ministerio de la Producción, la mandatario dijo que "el principal objetivo es sostener la actividad y el nivel de empleo, hoy más que nunca". Y añadió que "vamos a hacer todos, cada uno en su función que le toca, un gran esfuerzo para que, finalmente, podamos cumplir con ese objetivo de sostener la actividad".
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