HSBC espera ganar más en el tercer trimestre, pese a perder 3.328 millones por las hipotecas de EEUU

LONDRES.- El banco británico HSBC prevé incrementar su beneficio neto en el tercer trimestre respecto al mismo periodo del año anterior, aunque reconoció que sus ganancias brutas correspondientes a los nueve primeros meses del año serán inferiores a las del ejercicio anterior, lastradas por el aumento de las pérdidas vinculadas a las hipotecas de EEUU, que en el tercer trimestre de 2008 alcanzaron los 4.300 millones de dólares (3.328 millones de euros).

La mayor entidad bancaria europea precisó que las cargas por impagos en la división de servicios financieros personales de EEUU aumentaron en 700 millones de dólares (542 millones de euros) respecto al segundo trimestre, hasta los 4.300 millones de dólares.

Asimismo, HSBC indicó que la continuada iliquidez del mercado y las ventas 'forzadas' de activos realizadas por otras entidades provocaron nuevas depreciaciones en los precios de activos respaldados por valores, lo que causó una reducción de 4.800 millones de dólares (3.715 millones de euros) en el valor de los activos durante el tercer trimestre.

"Aunque no hemos sido inmunes a los efectos del grave desapalancamiento del sistema financiero, hemos sido capaces de reforzar y crecer en algunas de nuestras principales divisiones a la vez que otros bancos se debilitaban, lo que nos permitirá ser más fuertes cuando la situación se estabilice", dijo Stephen Green, presidente de HSBC.

La entidad británica destacó que las turbulencias financieras continúan representando "enormes desafíos" para el sector financiero, mientras que un creciente rango de activos experimentan iliquidez y volatilidad de precios.

"Las sucesivas intervenciones del Gobierno y de los bancos centrales diseñadas para estabilizar el sistema financiero no tienen precedentes", admitió el HSBC, una de las entidades que por el momento no han solicitado ayuda al Gobierno británico.

Por otro lado, el banco advirtió de que en los mercados emergentes los valores han demostrado una "considerable" debilidad que se vio incrementada, en algunos países, por repentinas y graves depreciaciones de las divisas.

"El cambio subyacente en el sentimiento reflejó las crecientes preocupaciones sobre el efecto de la recesión de las economías desarrolladas sobre las perspectivas de crecimiento de muchos mercados emergentes", indicó la entidad.