viernes, 14 de noviembre de 2008

Italia propondrá medidas para frenar la especulación y evitar que el mercado se divorcie de la economía real

ROMA.- El Gobierno italiano acudirá a la cumbre del G-20, que empezará hoy en Washington, con medidas concretas para frenar la especulación y evitar el "divorcio" entre el mercado y la economia real, según anunció el primer ministro del país, Silvio Berlusconi, esta semana.

El objetivo es evitar que la situación de crisis actual "no se vuelva a repetir" en el futuro y para ello, "es necesario que haya una autoridad que diga basta cuando el mundo de la finanza se divorcia del mundo de la realidad", explicó.

Para ello, habría que encontrar el modo de interrumpir las contrataciones cuando los títulos son excesivamente valorados o devaluados, ya que "no es posible que una empresa sea valorada 20 veces más u ocho veces menos de lo que valen sus ganancias y beneficios", recalcó 'Il Cavaliere'.

Italia también quiere proponer mecanismos para asegurar que los bancos son capaces de seguir concediendo préstamos a las empresas. Sobre este aspecto también se pronunció el mismo Berlusconi al considerar que hay que conseguir que "los bancos sigan haciendo de bancos".

Según su punto de vista, ésta debería ser la "regla general, sobre todo para los bancos que recurren a intervenciones estatales". En particular, mencionó el ejemplo de Unicredit, el mayor banco de Italia, que ha puesto "5.000 millones de euros más a disposición de las pequeñas y medianas empresas", detalló.

Sin embargo, Berlusconi advirtió que el encuentro de Washington "no será resolutorio".

"No querría que hubiera espectativas sobre resultados salvíficos", manifestó. Aun con todo, "es importante que se celebre" como "primer paso hacia una nueva reglamentación de la economía" y evitar que crisis como ésta se produzcan de nuevo en el futuro.

Sin embargo, para que finalmente resulte verdaderamente eficaz, a la cumbre "tendrán que seguir una serie de encuentros y de mesas entre técnicos", en las que poner por obra los planes acordados.

En los últimos días, el Gobierno italiano ha dado a entender su sintonía con los países que han tomado medidas para apoyar a sus las economías nacionales, como es el caso de Reino Unido, Alemania o Estados Unidos.

En esta línea, el Gobierno que dirige Silvio Berlusconi está trabajando en la elaboración de un plan especial para sostener a las familias y a las empresas, que podría ser dado a conocer pocos días después de la cumbre, según estimaron los medios italianos.

Por su parte, el ministro de Economía, Giulio Tremonti, confirmó su voluntad de instituir un fondo para financiar a las empresas a través de los bancos. "No tenemos la más mínima intención de ayudar a los bancos, pero sí miramos con la máxima atención hacia la financiación de las empresas", aclaró.

Italia aprovechará el G-20 para empezar a preparar la próxima reunión del G-8, que tendrá lugar en la isla italiana de la Magdalena. Berlusconi quiere convertir el grupo en un G-13 o G-14, teniendo en cuenta el papel que las nuevas potencias emergentes juegan en el panorama económico y político actual. Por esta razón, ha decidido invitar a países como India, China, Sudáfrica, México, Brasil y probablemente Egipto.

De hecho, Berlusconi aprovechó la visita que el presidente brasileño, Luiz Ignacio Lula da Silva, realizó a Italia esta semana para subrayar la importancia de que el nuevo orden económico mundial tome en consideración a todos, "también a los más necesitados", tal y como ha sabido demostrar Lula.

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