La caída de actividad está recortando en un 20% los ingresos del sector, que, según el sindicato, ha comenzado a destruir empleos.
No obstante, el sindicato aseguró que no permitirá que los 700.000 trabajadores con que cuenta el sector "paguen las consecuencias de la crisis", porque, según aseguró, "no son los culpables de la misma".
Así lo indicaron hoy los máximos dirigentes de la Federación de Comunicación y Transporte de CC.OO., que celebra en Toledo su congreso, en el que debatirán las estrategias y retos del sector para los próximos cuatro años.
Además de la crisis, otros de los principales retos son la siniestralidad laboral, la pérdida de empleos en el sector, el reglamento de tiempos de conducción y descanso, la formación profesional, la negociación colectiva, la igualdad de género, conciliación de vida laboral y familiar y las privatizaciones de servicios, entre otros asuntos.
Asimismo, el sindicato también apunta como objetivo conseguir la jubilación anticipada, el reconocimiento de las enfermedades profesionales y el desarrollo de convenios colectivos de ámbito regional, informó el sindicato en nota de prensa.
En cuanto a la siniestralidad, CC.OO. indicó que en 2007 fallecieron un total 400 conductores profesionales, lo que, según el sindicato, convierte a este sector como el que más accidentes laborales registra por delante de la construcción, la pesca y la minería.
Según CC.OO., la mayor parte de los accidentes y de las patologías que sufren estos trabajadores (envejecimiento prematuro, estrés o depresión, entre otras) son consecuencia de sus condiciones laborales caracterizadas por largas jornadas laborales y la necesidad de cargar y descargar las mercancías.
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