Para poder adelantar pagos "adicionales" en 2009 de los fondos estructurales y sociales comunitarios para el conjunto de Estados miembros --un paquete valorado en 6.250 millones de euros-- el Ejecutivo comunitario ha propuesto introducir cambios en las normativas relativas a FEADER, Fondo Social Europeo y los Fondos de Cohesión, explicó Hübner.
"Queremos que estos adelantos se trasladen también a las regiones y municipios" de la UE, subrayó Hübner.
La Comisión Europea propone otorgar en 2009 un 2,5% adicional a las partidas de los Fondos Estructurales previstas para los antiguos Estados miembros, incluido España. Ello supondría un desembolso comunitario por valor de 3.800 millones de euros.
Hübner subrayó su deseo de que los Veintisiete y el Parlamento Europeo aprueben las propuestas a finales de enero o principios de febrero y, a más tardar, en abril próximo. Los pagos adelantados se desembolsarán 30 días después de que se aprueben los cambios legislativos.
Para los Estados de la nueva ampliación, la Comisión propone aumentar un 2% adicional las partidas que ya tienen asignadas, en total suman otros 2.300 millones de euros adelantadas de las arcas comunitarias.
En el caso de los Fondos de Cohesión, España, Grecia y Portugal recibirán por adelantado en 2009 un 2,5% de sus partidas respectivas, mientras que los nuevos Estados miembros recibirán un 4% adicional por adelantado, tal y como tenía previsto de antemano el Ejecutivo comunitario. En total, suman 11.250 millones de euros.
El presupuesto de la Política de Cohesión de la UE, que representa un tercio del presupuesto total comunitario para el periodo 2007-2013, asciende a 347.000 millones de euros. Todos los Estados miembros han recibido ya el 5% de sus asignaciones respectivas para 2007/2008 del Fondo Europeo de Desarrollo Regional, mientras que en el caso del Fondo de Cohesión, España ya ha recibido el 2% adelantado en 2007 y el 3% de su asignación correspondiente en 2008.
Por otra parte, la comisaria de Política Regional explicó que el Ejecutivo comunitario contempla introducir cambios legislativos en las normas comunitarias para permitir que la Comisión desembolse ayudas incluso antes de que dé su visto bueno a proyectos. Ello aportaría a los Estados miembros otros 1.500 millones de euros de liquidez, precisó.
Otras de las medidas propuestas por Bruselas implicar cambiar la legislación comunitaria aplicada a la ayuda estatal para Pequeñas y Medianas Empresas (PYMES), explicó Hübner. En la actualidad, los Estados miembros permiten adelantar pagos a PYMES, el 35% de cuyos fondos lo adelanta la Comisión que ahora se propone adelantar hasta el 100% de los fondos, explicó.
Además, el Ejecutivo comunitario propone que los Estados miembros puedan conceder contratos sin tener que sacarlos a concurso público, por ejemplo, hacerlo directamente a través del Banco Europeo de Inversiones y permitir que los proyectos de regeneración urbana computen como "inversión" apta para recibir ayudas y, por otra parte, propone a los Estados utilizar de forma flexible "la tasa de cofinanciación" para proyectos que sufragan Estados y Comisión e incluso ampliar la cofinanciación, por ejemplo, para proyectos de eficiencia energética de edificios.
Además, el Ejecutivo comunitario espera poner en marcha a principios de año mecanismos para asesorar mejor a los Estados miembros para acelerar la realización de proyectos y aumentar los recursos que destina a ello, por ejemplo, para explicar a las PYMES cómo acceder a la financiación o asesorarles en cómo superar sus problemas de acceso a créticos bancarios, explicó Hübner.
Hübner reconoció que la contribución de la Política Regional constituye "una parte importante" del paquete de medidas propuestas por el Ejecutivo comunitario para apoyar la recuperación económica de Europa y cuyo primer objetivo es "acelerar los pagos a los Estados miembros" y facilitar "su acceso a los fondos estructurales para acelerar la puesta en marcha de proyectos sobre el terreno".
Todo ello, según Bruselas, debería contribuir a "inyectar confianza y dinamismo en la economía europea".
A su juicio, la actual crisis económica ha puesto de manifiesto "las debilidades estructurales" de las economías europeas y, por ello, reclamó a los Estados miembros y a las autoridades locales y regionales de los Veintisiete "no escatimar ningún esfuerzo" y aprovechar la crisis para realizar "más inversiones, bien dirigidas", de manera que, "a largo plazo" se garantice la competitividad de Europa.
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