miércoles, 12 de noviembre de 2008

La crisis aumenta la presión sobre los lideres mundiales antes de la cumbre del G20

WASHINGTON.- Malos resultados empresariales a nivel mundial y la noticia de que Alemania y Gran Bretaña se enfrentan a una recesión aumentaron la presión sobre los líderes mundiales antes de la cumbre del G20 este fin de semana en Washington.

La Casa Blanca dijo que espera de la cumbre una "discusión intensa y resultados muy concretos", pero subrayó que esta reunión es la primera de una serie.

La Bolsa de Nueva York cayó en picado luego de que el secretario del Tesoro, Henry Paulson, indicara que las autoridades están cambiando el foco de un masivo plan de rescate financiero nacional, dejando de lado planes para comprar títulos e hipotecas "tóxicas".

Los precios del petróleo se hundieron a menos de 53 dólares en Londres luego de que el Banco de Inglaterra anunciara que el país ya estaría oficialmente en recesión y expertos alemanes anticiparan que la mayor economía europea probablemente no crezca el año próximo.

Alemania anunciaría este jueves que está oficialmente en recesión.

Un grupo de expertos independientes indicó que el crecimiento económico de Alemania se detendrá el año próximo. Criticaron medidas para estimular la economía como "un popurrí de proyectos aislados diseñados para dar la impresión de que el gobierno está haciendo algo".

"La economía probablemente entró en recesión en la segunda mitad de 2008 y posiblemente la producción se contraiga aún más", indicó el Banco de Inglaterra (central) en su último informe trimestral.

La tasa de desempleo británica subió a su mayor nivel desde 1997, un 5,8%, en el tercer trimestre, según otras cifras oficiales.

Las malas noticias llegaron de todos los rincones del mundo.

La confianza de los consumidores japoneses registró un récord a la baja, y la producción industrial de la zona euro cayó fuertemente en septiembre.

La primera pérdida trimestral en la historia del grupo de banca y seguros ING destacó otra vez el daño causado por la crisis financiera, y el primer banco de Italia, Unicredit, anunció también un desplome en sus ganancias.

El secretario de Estado español de Economía, David Vegara, indicó que el gobierno podría revisar a la baja sus previsiones de crecimiento para 2009, de 1%, debido a la crisis mundial. La economía española se contraería un 0,2% en el tercer trimestre, en relación al trimestre anterior, señaló.

La aerolínea española Iberia, que discute una fusión con British Airways, señaló que sus ganancias en el tercer trimestre se desplomaron casi 80% debido al alza de los precios de la gasolina y la baja de la demanda.

La bolsa rusa RTS, que cotiza en dólares, suspendió la sesión otra vez tras caer más de 12%.

Todo contribuía a crear un ambiente de crisis antes de la cumbre del G20 de países industrializados y emergentes el sábado en Washington.

Con crecientes dudas sobre el futuro del primer fabricante de coches del mundo, General Motors, al borde de la quiebra, y aparentes diferencias entre el presidente estadounidense saliente George W. Bush y el presidente electo Barack Obama sobre cómo ayudar a la industria automovilística, las bolsas registraban resultados ambiguos.

La Bolsa de Nueva York terminó en fuerte caída por tercera sesión consecutiva, invadida por el pánico ante el pesimismo de los consumidores estadounidenses al aproximarse las fiestas: el Dow Jones perdió 4,73% y el Nasdaq 5,17%.

Las plazas latinoamericanas se desplomaron siguiendo la tendencia general. La Bolsa de Sao Paulo, la mayor de la región perdió 7,75%, México cayó 5%, la de Buenos Aires 5,49%, Santiago descendió 3,53%, Bogotá bajó 1,04%.

Las bolsas europeas cerraron en baja. Fráncfort cayó un 2,96%, Londres un 1,52% y París un 3,07%. Madrid retrocedió un 2,97%.

Paulson dijo que el plan de 700.000 millones de dólares se centrará ahora en seguir inyectando capital a los bancos en dificultades, pero también estudiará maneras de ayudar al sector financiero "no bancario".

Obama, que no participará en la cumbre del G20, está concentrando su investidura, prevista para el 20 de enero, en cómo enfrentar la crisis que según muchos ya empuja a Estados Unidos y al mundo hacia una larga y profunda recesión.

Los precios del petróleo profundizaron su caída y bajaron a menos de 53 dólares (52,37) en Londres, su menor nivel desde enero de 2007, y cerraron a 56,16 dólares en Nueva York, mientras siguen deteriorándose las perspectivas sobre la demanda mundial de crudo.

En relación a sus récords del 11 de julio (147,50 dólares en Londres y 147,27 dólares en Nueva York), las cotizaciones del petróleo han perdido más de 60% de su valor.

Los inversores también se han visto perturbados por las aparentes diferencias entre Bush y Obama sobre cómo ayudar a los tres grandes fabricantes de automóviles estadounidenses: GM, Chrysler y Ford.

Muchas esperanzas están centradas en que la cumbre del G20 logre aumentar la coordinación y otorgar un rumbo a los esfuerzos para hacer frente a la crisis.

La tormenta financiera puede estar debilitándose "pero prevalecen los miedos a una recesión mundial y las malas noticias corporativas", dijo Alex Huang, vicepresidente adjunto de Mega International Investment Services en Taipei.

"Si colapsa General Motors, su impacto sería masivo", afirmó.

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