jueves, 27 de noviembre de 2008

La crisis hace temer un paro masivo en China y mina la confianza en la UE

LONDRES.- Los masivos esfuerzos de los gobiernos para revitalizar la economía mundial chocaron este jueves con la advertencia de China de un desempleo masivo, que podría exacerbar las protestas sociales, y la caída del índice de confianza económica de la Unión Europea a su nivel más bajo en 23 años.

Las bolsas sin embargo subían en Europa, siguiendo la tendencia asiática, estimuladas, según los operadores, por el paquete de reactivación anunciado el miércoles por la Unión Europea, de 200.000 millones de euros (260.000 millones de dólares).

En China, hasta hace poco considerada a salvo de la crisis mundial, el futuro económico se ensombrece. Zhang Ping, ministro encargado de la Comisión Nacional para la Reforma y el Desarrollo, declaró que algunos indicadores económicos de noviembre "revelan un declive acelerado. En algunas empresas, la producción se topó con dificultades, sobre todo relacionadas con la exportación".

Algunas compañías "cesaron total o parcialmente sus actividades, lo que tendrá ciertamente un impacto sobre el empleo", admitió Zhang, que defendió las medidas adoptadas por el gobierno con el fin de evitar un "desempleo a gran escala, que podría provocar inestabilidad social".

Alemania anunció un retroceso del desempleo en noviembre, que se colocó en el 7,1% respecto al 7,2% en octubre, pero el gobierno reconoció que la recesión acabará pasando factura y provocará la pérdida de empleos.

Francia comunicará este jueves sus cifras de desocupación, que deberían confirmar un pronunciado deterioro, respecto al 7,2% registrado en el segundo trimestre del año.

En España, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, presentará un paquete destinado a apoyar a los sectores de la construcción y del automóvil.

Pese a los esfuerzos de los países de la Unión Europea, la confianza de los empresarios y consumidores del bloque cayó en noviembre a su nivel más bajo de los últimos 23 años, según datos publicados este jueves por la Comisión Europea.

El índice de confianza económica perdió unos siete puntos, para establecerse en 70,5 puntos, su nivel más bajo desde la creación de este estudio, en enero de 1985.

En el plano empresarial, las grandes compañías siguieron dando motivos de preocupación. El primer grupo siderúrgico mundial, ArcelorMittal, indicó que planea recortar hasta 9.000 empleos en el mundo, una cifra que equivale al 3% de su personal.

Las supresiones de empleo se harán sobre una base "voluntaria", precisó ArcelorMittal, y afectarán en primer lugar a los trabajadores de sectores no productivos, como las ventas, la administración y los servicios generales.

El gigante electrónico japonés Panasonic, cuyas ventas se han debilitado, recortó un 90% sus previsiones de beneficios para el presente año fiscal.

La empresa finlandesa de telefonía móvil Nokia anunció que dejará de vender sus teléfonos móviles en Japón debido a que su penetración en ese mercado permanece por debajo de sus expectativas.

Y las compañías aéreas -un sector cada vez más debilitado por la crisis económica- registraron un retroceso global del tráfico de pasajeros por segundo mes consecutivo en octubre, según la Asociación Internacional de Trasporte Aéreo (IATA, por sus siglas en inglés.)

Los mercados, no obstante, se mantuvieron al alza este jueves, alentados por la constante movilización de los gobiernos para hacer frente a la peor crisis financiera desde la Gran Depresión de los años 30. En Asia, Tokio cerró con una subida del 1,95%, Seúl avanzó un 3,3% y Shanghai un 1,05%.

Las bolsas europeas se mantenían en terreno positivo hacia las 13,30: París subía un 1,41%, Fráncfort un 1,59%, Londres un 1,29% y Madrid un 1,34%.

Los inversores están "mirando hacia adelante en vez de hacia el tembloroso suelo bajo sus pies", ilustró Kazuhiro Takahashi, de Daiwa Securities SMBC, en Tokio.

Wall Street estaba cerrado este jueves debido a la festividad del Día de Acción de Gracias.

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