martes, 18 de noviembre de 2008

La crisis ofrece buenas oportunidades a los inversionistas chinos

SHANGHAI.- Las compañías chinas siguen decididas a comprar empresas en Europa y el resto del mundo, sin que la crisis financiera global afecte en lo más mínimo sus planes. De hecho, están a la caza de bagatelas.

Analistas y empresarios coinciden en que la desaceleración económica que ha hecho desplomarse los precios de las acciones en todo el mundo es una mala noticia para Occidente, pero podría ofrecer tremendas oportunidades a firmas chinas llenas de dinero y que buscan donde invertirlo. El hecho de que hayan hecho malas inversiones en el pasado no las amilana.

"Los empresarios chinos tienen mucha confianza en que nos recuperaremos y en que surgirán muchas más oportunidades en esta crisis", comentó Fu Chengyu, presidente de una de las compañías petroleras más grandes de China, CNOOC. "Somos más optimistas que hace seis meses, pero todo esto depende de cómo manejemos estas oportunidades. Veremos qué sucede en los próximos seis meses".

Abunda el optimismo a pesar de los temores de que la economía china también se esté contrayendo y de que el gobierno no vea con tan buenos ojos la expansión de las firmas chinas al exterior.

Precios tentadores, tasas de interés bajas y la perenne necesidad de materias primas seguramente harán que los chinos sigan invirtiendo en el exterior, lo que constituye una buena noticia para las firmas occidentales necesitadas de capitales extranjeros, cuyas ganancias han mermado, junto con su acceso a líneas de crédito.

"El dinero efectivo es lo que manda, China tiene mucho dinero en efectivo y todo el mundo está en venta a precios rebajados", declaró Charles Tang, presidente de la Cámara de Comercio Brasileño-China. "China debería esperar unos meses y luego salir de compras, para asegurarse lo que necesita a precios de saldo".

Incluso podrían completar algunos acuerdos importantes que en el pasado se frustraron por las restricciones comerciales existentes.

"Las cosas están cambiando", manifestó Frank-Juergen Richter, presidente de Horasis, firma suiza que ayudó a organizar aquí una conferencia entre empresarios chinos y del resto del mundo. "Estados Unidos y Europa se dan cuenta de que necesitan las inversiones chinas" para combatir una recesión.

Las firmas chinas invirtieron 34.160 millones de dólares en el exterior en la primera mitad del 2008, incluidos 25.660 millones en instituciones no financieras. Esto representa un aumento del 229 por ciento en relación con el mismo período en el 2007, según las cifras que maneja el gobierno chino.

Con mucho dinero en efectivo y tasas de interés cada vez más bajas, es previsible que los chinos sigan invirtiendo afuera, a pesar de los riesgos.

El sistema financiero chino evitó los problemas que paralizaron los mercados de Occidente porque tiene regulaciones mucho más estrictas. Y se espera que la economía china, por más que haya sufrido una ligera contracción como resultado de la crisis mundial, mantenga una envidiable tasa de crecimiento del 8% en el 2009, ayudada en parte por un paquete de estímulo de 586.000 millones de dólares anunciado por el gobierno este mes.

La mayoría de las inversiones chinas en el exterior se concentraron en la banca y el sector petrolero.

En agosto, el principal proveedor de servicios petroleros marinos chino, China Oilfield Services, anunció la compra de la firma noruega Awilco Offshore en 2.500 millones de dólares. Y en marzo, el Banco Industrial y Comercial de China pagó 5.000 millones de dólares por una participación del 20% en el banco Standard sudafricano, en la inversión más grande en el exterior jamás hecha por una institución china.

China también ha hecho fuertes inversiones en Africa y en Latinoamérica, donde la firma Aluminum pagó más de 2.000 millones de dólares por una mina de cobre en Perú. Abundan asimismo las inversiones chinas en la minería, la agricultura y la construcción en el Congo, Zimbabue y Zambia, entre otros lugares.

Los riesgos no son pocos, especialmente cuando se trata de compañías con mucho dinero y escasa experiencia en las inversiones.

Empresas chinas sufrieron grandes pérdidas al invertir en bancos e instituciones financieras occidentales. Ping An Insurance, por ejemplo, era la principal accionista extranjera en Fortis, un banco holandés-belga que se metió en problemas y terminó en manos de los gobiernos de Francia y Holanda. Ping An dijo que perdió unos 2.300 millones de dólares.

Las pérdidas sufridas por las firmas chinas, no obstante, son nada comparado con la cantidad de dinero que aún tienen disponible. Ping An, por ejemplo, tiene bienes por valor de 100.000 millones de dólares y puede absorber las pérdidas de Fortis con relativa facilidad.

El analista Todd Lee, director del Greater China Group de Global Insight, dijo que el gobierno probablemente frene un poco la expansión de las empresas chinas.

"Por un lado, es más barato comprar afuera, por lo que para las compañías que saben como hacerlo tienen buenas oportunidades por delante", manifestó Lee desde su oficina de Boston. "Por el otro, al gobierno chino le preocupa su crecimiento y el efecto que la recesión mundial tendrá en la economía, por lo que no quieren que todo el capital salga de China en forma masiva".

Prominentes funcionarios del gobierno han recomendado a las empresas chinas que no se abalancen tan rápido sobre un mercado que todavía no ha tocado fondo. Li Rongrong, presidente de la agencia a cargo de las grandes corporaciones estatales chinas, dijo la semana pasada que "hay que guardar el dinero".

"No se apresuren. Habrá muchas oportunidades en el futuro", declaró, según el diario China Daily.

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