viernes, 7 de noviembre de 2008

La deuda de Sacyr preocupa y hay temor a ventas forzadas

MADRID.- Los inversores temen que la constructora Sacyr Vallehermoso pueda verse forzada a realizar ventas a precio de ganga mientras el tiempo se agota y no encuentra compradores para los activos que ha puesto en venta para cubrir sus deudas.

Las acciones de Sacyr han perdido el 69 por ciento de su valor desde comienzos de año en medio de las preocupaciones sobre sus niveles de deuda, en comparación con el Ibex-35, que ha caído un 39 por ciento en lo que va de año.

"Seguimos viendo riesgos materiales a la baja en el corto plazo para Sacyr - principalmente relacionados con su alto apalancamiento", dijo Goldman Sachs en una nota reciente.

Como muchas constructoras nacionales, Sacyr se endeudó muy fuertemente en los últimos años para diversificar su negocio tras nueve años de 'boom' del sector inmobiliario residencial en España.

La deuda neta era de 18.300 millones de euros a finales de junio, ocho veces su capitalización. El ratio de deuda neta entre activos netos era del 5,3, sobrepasando comparables como Ferrovial, con un 3,9, y ACS, con 1,2.

Sacyr dijo el 12 de septiembre que consideraría poner activos a la venta, incluida su filial de concesiones Itínere y el 20 por ciento de la petrolera Repsol YPF, para pagar sus deudas.

Pero no ha habido muestras firmes de interés y las fuentes consultadas dicen que los precios que pide la constructora son muy altos. Lograr buenos precios por los activos es difícil en un mercado bajista con créditos bancarios limitados para los potenciales compradores, dijo un gestor de fondos.

"El precio final que van a conseguir en este entorno de mercado será mucho más bajo que el que habrían esperado. Por eso la mejora final de su balance es mucho menor", declaró Rupert Morrell, de Premier Asset Management.

Cerca de 347 millones de euros de la deuda vencen en la segunda mitad de 2008, que Sacyr ha refinanciado. Pero 2.000 millones de euros vencen en 2009, presionando las ventas de activos.

"Estimamos que Sacyr tendría que vender activos para equilibrar sus flujos de caja en 2009, ya que... su generación de flujo de caja es insuficiente para satisfacer los 2.057 millones de euros que vencen ese año", dijo el analista de Ibersecurities Ignacio Romero.

Sacyr dijo el viernes que cubriría su deuda del año próximo con renegociaciones, ventas de viviendas, cobros de dividendos y la posible venta de Itinere.

Una fuente cercana a las conversaciones dijo que Sacyr está hablando con un fondo de infraestructuras de Citi sobre la posible venta de Itinere. Citi se ha negado repetidamente a hacer comentarios.

El viernes Sacyr no quiso comentar ningún detalle del proceso de venta de activos.

Las informaciones de prensa y los analistas dicen que el precio que pide Sacyr por su filial de concesiones es de 3.900 millones más deuda, 400 millones de euros por encima del valor de la fallida oferta pública de Itinere en abril.

"¿No pudieron colocarla por 3.500 millones y cuatro meses más tarde quieren venderla por 3.900 millones? Es una broma", dijo un analista de un importante banco que pidió no ser nombrado.

El precio que pide Sacyr es uno de los principales escollos a un potencial acuerdo con Citi, dijo la fuente familiarizada con las conversaciones. También son clave las claúsulas en los actuales créditos de Itinere que requieren una renegociación de los términos si hay un cambio de dueño.

"Hace las cosas mucho más complicadas y pondrá más presión a la baja en el precio", dijo la fuente.

Un banquero que asesora a un potencial comprador de la participación en Repsol dijo que la venta estaba parada porque el precio que pedía Sacyr era demasiado.

Otro lastre en el peso de la acción de la constructora es el comportamiento de Repsol, en la que Sacyr controla un 20 por ciento del capital.

El crédito de 5.100 millones de euros que financió parcialmente la compra de la participación de Repsol está garantizado con acciones de la petrolera. Cuando cae el precio de la acción de Repsol, Sacyr debe poner más garantías.

Las acciones de Repsol han caído hasta un 20 por ciento desde el 22 de octubre entre preocupaciones sobre su exposición a Argentina. El valor ha ganado algo de terreno y cotiza alrededor de los 15 euros, pero todavía está muy por debajo de los 26,7 euros por acción que Sacyr pagó en 2006.

"La situación de Repsol es crucial. Repsol ha tocado una posición absolutamente crítica en los últimos días", dijo otro analista con sede en Madrid, que pidió no ser nombrado.

Sacyr ha dado como aval el 40 por ciento de su negocio patrimonial Testa como colateral para la deuda contraída para comprar la participación de Repsol.

Goldman Sachs sugirió en una nota reciente que mientras el precio de la acción de Repsol permanezca por encima de los 12,9 euros por acción, Testa cubrirá los colaterales en las condiciones actuales.

Si las acciones de Testa no son suficientes, Sacyr tendrá que reunirse con los bancos para discutir colaterales alternativos.

Los analistas están de acuerdo en que cuanto más tarden en reequilibrar su hoja de balance, más preocupantes serán los niveles de deuda de Sacyr y mayor será el riesgo de ventas forzosas.

"Vemos riesgo de (...) ventas forzosas", declaró Ignacio Romero de Ibersecurities.

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