miércoles, 19 de noviembre de 2008

La OCDE duda de la recuperación de la economía española

PARÍS.- La amenaza de recesión gana terreno en España, donde se confirmó este miércoles una caída de la actividad en el tercer trimestre, mientras las perspectivas de recuperación son escasas, según la OCDE, que sugirió reformas que serán dolorosas para los trabajadores.

El Instituto Nacional de Estadística (INE) confirmó sus cifras provisorias de la semana anterior, cuando anunció una contracción del 0,2% del PIB en el tercer trimestre respecto al segundo, algo nunca visto en los últimos 15 años. Técnicamente aún no es recesión -que se define como dos trimestres consecutivos de retroceso del PIB-, pero España está indiscutiblemente en sus umbrales.

Este escenario "no es descartable", comentó púdicamente este miércoles el secretario de Estado de Economía, David Vegara. "El panorama es complejo y los datos no son buenos", añadió.

"Seguramente tendríamos un comportamiento relativamente débil de la economía hasta mediados del próximo año. Al final del año (2009) tendríamos una recuperación con una vuelta a crecimientos positivos", puntualizó.

La Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) no parece compartir semejante optimismo y ve para el conjunto del 2009 un retroceso del PIB del 0,9%. Según la OCDE, las perspectivas de recuperación son limitadas, salvo que se adopten reformas, algunas de las cuales muy duras para los trabajadores.

Algunos factores que estuvieron en el origen de los buenos resultados pasados "están perdiendo vigor" y dejan espacio a una "modesta recuperación", comentó la organización en su estudio económico sobre España publicado este miércoles.

Entre esos factores hoy reducidos figuran la facilidad al crédito, bajadas de tasas de interés, un ingreso masivo de inmigrantes poco cualificados y la feminización de la actividad.

España abandona un período de fuerte crecimiento (+3,7% en 2007), que la había convertido en una de las economías más dinámicas de la zona euro, impulsada por el sector de la construcción. Pero el mercado inmobiliario se estancó y el ladrillo lleva ahora a España al precipicio.

La OCDE recomienda especialmente al Gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, cuya popularidad está declinando, que disminuya la protección de los trabajadores con contratos de duración ilimitada.

"Habría que hacer menos generosas las indemnizaciones por despido fijadas en los contratos permanentes y reducir así la diferencia de nivel de protección entre contratos temporales y permanentes", para promover la entrada de jóvenes cualificados en el mercado del trabajo a puestos que correspondan a su preparación, sostuvo la OCDE.

Para limitar la inflación, el organismo internacional recomendó desindexar los salarios de la inflación en España, donde la subida de los precios es tradicionalmente más alta que en el resto de la zona euro.

"Si bien suprimir totalmente la indexación respecto a la inflación en las negociaciones colectivas es imposible a corto plazo, estas cláusulas deberían volver a definirse para mininizar los efectos secundarios", precisó OCDE.

Recomendó también aumentar la competencia en algunos sectores (energía, transporte, correos) y mejorar la educación.

Otra de las dificultades del Gobierno es que carece de margen de maniobra presupuestario.

Aunque España logró en los últimos años obtener un superávit y reducir su deuda pública, el Gobierno pretende ahora que el presupuesto del 2009 salga del corsé del Pacto de Estabilidad europeo que prevé limitar los déficits públicos a un 3% del PIB.

"La acción presupuestaria expansionista llegó a su fin", sostuvo no obstante la OCDE, refiriéndose a los gastos previstos por el Estado para intentar relanzar la actividad.

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