martes, 4 de noviembre de 2008

La posibilidad legal de jubilarse a los 70 años desata las críticas de la izquierda francesa

PARÍS.- La posibilidad legal que tendrán los trabajadores franceses de jubilarse a los 70 años, después de que la Asamblea Nacional votara la noche del viernes una enmienda que abre esa posibilidad, ha desatado las críticas de la izquierda y los sindicatos galos, que acusan al presidente Nicolas Sarkozy de aprovechar la crisis para laminar los avances sociales.

Sin embargo, el ministro de Trabajo, Xavier Bertrand, no sólo defendió el dispositivo gubernamental sino que aseguró que los sindicatos estaban al tanto. "Hay que terminar con esta cláusula absurda. Vivimos cada vez más. Dejemos a los franceses elegir, dejémosles trabajar", lanzó Bertrand en la emisora RTL recordando que, en el texto aprobado por los diputados, la edad de jubilación sigue siendo "exactamente la misma" es decir, los 60 años.

Además, subrayó que los sindicatos estaban al corriente del proyecto gubernamental desde el pasado mes de mayo. "El pasado mes de mayo, en mi despacho, recibí a todos los agentes sociales para hablar de las jubilaciones y les indiqué que íbamos a suprimir la edad obligatoria", explicó el ministro de Trabajo.

Pero las palabras de Bertrand no han convencido al principal partido de la oposición. Así, para el primer secretario de los socialistas, François Hollande, "es al mismo tiempo injusta socialmente e incoherente económicamente" y el secretario nacional del PS, Bruno Le Roux, denunció que Sarkozy se aprovecha de la actual crisis para "acumular los retrocesos sociales y revisar los avances sociales de sus conciudadanos".

El PS pide, por tanto, la retirada de la enmienda que considera "una provocación" teniendo en cuenta la realidad social y "una operación de distracción" para "enmascarar el fracaso" de la política de la derecha en materia de jubilaciones desde hace seis años.

También los sindicatos, que casualmente estuvieron hoy en el Elíseo para escuchar del presidente Sarkozy los preparativos de la cumbre financiera de Washington, han puesto el grito en el cielo y le han pedido al jefe del Estado una nueva entrevista para tratar el asunto de las jubilaciones y, más en general, la situación social en Francia.

Las centrales sindicales denuncian que se está asistiendo a una verdadera "desreglamentación social" y que esa enmienda que permitirá a los trabajadores trabajar hasta los 70 años si así lo desean, es "la gota que colma el vaso". "Es aberrante", resumió el líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), François Chérèque a la salida del encuentro.

"¿Cómo quiere usted que los trabajadores entiendan que se les de la posibilidad de trabajar hasta los 70 años cuando se regresa a los planes sociales y se despide o excluye a los de 55 años y más?. Hay una anomalía", insistió el sindicalista.

La polémica en torno al dispositivo que deja abierta la posibilidad de seguir trabajando hasta los 70 años empezó a subir de tono durante el fin de semana. El Partico Comunista Francés criticó un "pseudo-voluntariado" dado que muchos trabajadores que viven en el umbral de la pobreza no tendrán elección.

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