Estos bancos también deberán reaccionar ante el gran reto que suponen los crecientes problemas de los clientes para cumplir con las obligaciones de crédito a medida que se deteriora el crecimiento de las economías.
"Somos cada vez más pesimistas sobre la profundidad y la duración de la desaceleración económica, y ahora pronosticamos que será peor de lo que pensábamos hace tres meses", dice el analista de crédito de S&P Michelle Brennan.
La severidad de la crisis es evidente a la luz de las medidas extraordinarias para hacerle frente adoptadas por diversos gobiernos europeos, de una magnitud que no se veía desde hacía décadas, y propias de situaciones en las que el mercado no proporciona soluciones, resalta la experta.
A su parecer, las medidas de los gobiernos "contribuirán a mejorar la confianza en el sector bancario" y aliviarán así un importante riesgo a la liquidez de las entidades, pero "no solucionarán todos los problemas del sector".
En este sentido, advierte de que el sector financiero europeo debe seguir recapitalizándose, y previsiblemente, emergerá "con un mejor capital y menores perfiles de riesgo", lo que redundará en beneficio de la calidad crediticia. Antes de llegar a este punto, avisa, "seguiremos viendo presión sobre los 'rating'".
No hay comentarios:
Publicar un comentario