jueves, 27 de noviembre de 2008

Los ataques en India, un nuevo golpe para su economía

BOMBAY.- Los atentados del miércoles en Bombay podrían suponer un nuevo golpe para la economía india, que con la crisis financiera ya ha visto partir masivos fondos extranjeros en esta potencia emergente, según los analistas.

Presuntos militantes islamistas irrumpieron el miércoles en hoteles de lujo, restaurantes y en la estación central de ferrocarril de la capital económica y comercial de India, matando a al menos 125 personas e hiriendo a otras 300.

"Los terroristas atacaron puntos clave de la capital financiera, lugares populares para los turistas... con el fin de desestabilizar los mercados y asustar a los turistas", dijo Nijilesh Bhattacharyya, un economista de Moody's Economy.com.

Las autoridades suspendieron las cotizaciones en los mercados de valores, bonos y divisas al tiempo que el ejército rodeaba este jueves los lujosos hoteles Taj Majal y Trident/Oberoi, blancos de los atentados.

"Lo más significativo es la envergadura que alcanzaron (los terroristas) y la naturaleza de élite de sus blancos - hoteles de cinco estrellas, restaurantes" frecuentados por las clases altas, dijo Ajai Sahni, jefe del Institut for Conflict Management de Nueva Delhi.

"Ha habido intentos continuados de minar la economía india en los últimos cuatro o cinco años y esto forma parte de ellos", dijo Sahni.

"Si seguimos viendo ataques de esta magnitud, las percepciones sobre la seguridad en India van a cambiar y tendrán un impacto directo en las decisiones sobre inversiones", agregó.

En la primera reacción inmediata, el equipo de cricket de Inglaterra decidió abandonar su actual gira por India.

Los dirigentes empresariales se mostraron conmocionados.

Vijay Mallya, patrón del licor indio, describió los atentados como el "11 de septiembre de India".

"Aunque pensábamos que esto no podía ocurrirnos a nosotros, ha pasado. El Gobierno necesita empezar a actuar con dureza", dijo.

Se trata de un "ataque sin ambigüedad contra la economía india y todos sus participantes", declaró Rajeev Chandrasekhar, responsable de la Federación de Cámaras de Comercio Indias e Industria.

Un grupo hasta ahora desconocido llamado los 'Muyaidines de Deccan' reivindicó la masacre.

No obstante, el primer ministro, Manmohan Singh, insinuó que los autores proceden de Pakistán, una acusación que defendió explícitamente este jueves un alto militar indio. Islamabad negó después esta información.

"Está claro que los ataques se inscriben en una agenda anti-occidental más amplia", es decir, más allá de los intereses nacionales indios, defendió Amit Chanda, jefe del Indian Subcontinent Practice of Risk Advisory.

Los testigos explicaron que los terroristas buscaban en particular a ciudadanos estadounidenses y británicos para tomarlos como rehenes.

Los analistas están convencidos de que los atentados perseguían claramente asustar a los inversores extranjeros y a los turistas de una de las economías asiáticas emergentes.

Y el momento en que se produjeron fue "desafortunado", ya que los bancos indios ya son víctimas de una salida masiva de fondos debido a la crisis financiera global, mientras que el banco central lucha para defender una divisa en récords mínimos y una economía que se ralentiza, según Bhattacharyya.

Bombay es uno de los diez principales centros comerciales del mundo y representa un 25% de la producción industrial del país, un 40% del comercio marítimo y un 70% de las transacciones de capitales en la economía.

"Estas imágenes mostradas en todo el mundo no van a ayudar, los efectos sobre los ánimos inversores y turísticos van a ser pronunciados", vaticinó un banquero extranjero bajo el anonimato.

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