lunes, 10 de noviembre de 2008

Los beneficios del plan de reactivación de China superan sus fronteras

TOKIO.- El enorme plan de reactivación de la economía china anunciado el domingo, por 455.000 millones de euros, tendrá repercusiones bastante más allá de las fronteras del gigante asiático, estimaron este lunes varios expertos.

Estas medidas equivalen a "un 7% del Producto Interno Bruto (PIB) de China en reducciones fiscales e inversiones cada año, durante los próximos dos años", según Frank Gong, economista de JP Morgan.

Dado el creciente peso económico de China, los efectos de un plan de este tipo, que fue saludado en el extranjero, tendrían ecos a nivel internacional, desde la región vecina hasta a América Latina.

La primera consecuencia de este gran impulso al crecimiento sería visible en el precio de las materias primas, que China consume abundantemente.

"El principal impacto será en el mercado de materias primas y de países como Australia y Brasil. Esto quizás frene la caída de las cotizaciones", estimó Andy Xie, un economista independiente basado en Shanghai.

"Esto podría también ayudar a estabilizar economías más pequeñas, como las de Corea del Sur, que exporta mucho hacia China", agregó.

Adoptado esencialmente para dinamizar el consumo doméstico, el plan llega en momentos en que el impacto de la crisis financiera internacional podría resultar más grave que lo previsto para un país muy dependiente de sus exportaciones y de la buena salud económica de sus clientes.

El superávit comercial de China, aún gigantesco, registró no obstante una baja de 2,6% en un año durante los primeros nueve meses del año.

El crecimiento podría caer por debajo del umbral de 10% este año, por primera vez desde 2002.

"Para el Gobierno el impacto de la crisis en China es aparentemente más serio de lo previsto", afirmó Chen Manjiang, economista del Bank of China International.

El anuncio del plan tuvo lugar además antes de lo previsto y bastante antes de una importante conferencia económica anual que se realiza en general a fines de noviembre o diciembre.

"A través de este anuncio anticipado, el Gobierno quiere reforzar la confianza en la economía china, incluido en el extranjero", agregó Chen.

Las primeras reacción dejan pensar que Pekín ha dado en el blanco.

La Bolsa de Shanghai subió este lunes más de un 7% mientras que los demás mercados de Asia-Pacífico registraron fuertes alzas, alentados por el plan de reactivación chino y a una semana de la cumbre del G20 de países desarrollados y emergentes en Washington sobre la reforma del sistema financiero mundial.

Las economías occidentales, enfrentadas a una inminente recesión, presionaron a China estas últimas semanas para que desempeñe un papel constructivo en la estabilización de la situación internacional, ya que el país se beneficia aún de un crecimiento fuerte y posee las primeras reservas cambiarias del planeta, por unos 1,9 billones de dólares.

Pekín replica que la mejor manera de ayudar a la economía mundial consiste en mantener elevado el crecimiento.

La economía china crecería de 8% a 9% el año próximo, estimó el gobernador del Banco Central, Zhou Xiaochuan, citado este lunes por la prensa china.

Este crecimiento, aún fuerte aunque en desaceleración, contribuirá al "retorno a la normalidad" de los mercados financieros internacionales, subrayó Zhou al margen de la reunión del G20 en Sao Paulo, según la agencia China Nueva.

Para Gong, China anunciará "un gran plan de gastos para mostrar su determinación" en mantener este crecimiento "antes de que el presidente (chino) Hu Jintao viaje a Washington" para la cumbre de emergencia del G20 prevista para el sábado próximo.

La contribución más grande al mundo

El paquete de estímulo de China es "la contribución más grande al mundo" que haya hecho el país asiático, dijo el lunes el primer ministro Wen Jiabao, mientras crecían las esperanzas de que los fuertes gastos en la construcción y en otros proyectos ayuden a respaldar el crecimiento global de la economía, al alentar la demanda de maquinaria importada y de materias primas.

El domingo, el gobierno de Pekin anunció un paquete de estímulo por cuatro billones de yuanes (586.000 millones de dólares), previo al viaje del presidente Hu Jintao (en la imagen) a Washington, para una reunión de líderes de 20 países industrializados y de naciones emergentes, cuyo propósito es analizar una respuesta conjunta a la crisis financiera global.

Wen dijo que el plan trata de acrecentar las inversiones y el gasto del consumidor, mantener el crecimiento de las exportaciones y promover la competencia empresarial y la reforma financiera, informó la televisión estatal china.

El plan propone un incremento en los gastos en aeropuertos, carreteras y otras obras de infraestructura hasta 2010, así como más ayuda a campesinos y a los pobres, así como una reducción de los impuestos a los exportadores.

Eso podría incrementar la demanda de mineral de hierro de Australia y Brasil, de maquinarias de construcción de Estados Unidos y de Europa, y de componentes industriales de diferentes países del sudeste asiático.

El plan económico chino es consecuencia de la alarma del gobierno de Beijing por una drástica caída en su producción, que ha acrecentado el temor de la pérdida de empleos y la emergencia de disturbios sociales.

El crecimiento económico de China durante el último trimestre fue del 9%, una baja en relación a 2007, cuando tuvo un promedio impresionante de 11,9%. Los resultados del último trimestre representan el nivel más bajo en cinco años.

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