El responsable de la Federación aseguró que unos 10.000 de estos puestos de trabajo ya se han destruido entre la red de concesionarios española y que las previsiones de otros 10.000 despidos se cumplirán los próximos meses y hasta junio de 2009. El presidente de Faconauto espera salvar al resto de 150.000 personas que emplea esta actividad.
"Toca la hora del dolor", advirtió Romero-Haupold durante su intervención en las jornadas de automoción del Iese en Barcelona, puesto que pronosticó que diciembre será "para echarse a temblar" y desde enero hasta junio --salvando el mes de marzo que acostumbra a ser el segundo mejor del año-- serán "meses terribles" para el sector.
Ante este panorama, instó a que la Administración apueste por medidas "competitivas" que ayuden al sector y pidió al ministro de Industria, Miguel Sebastián, que las modificaciones al Plan VIVE pasen por "desvincularlo de la financiación para que funcione".
Recordó que la federación de concesionarios ya presentó su propuesta ante el Gobierno para que se dieran ayudas directas a los comprados, puesto que los bancos "no van a dar dinero" y señaló que si persiste la vinculación del plan a la financiación, este "seguirá muerto".
Romero-Haupold lamentó que esta situación se produce después de que la red de distribución haya visto multiplicarse por dos las cargas de permanencia de un vehículo en 'stock', hasta los 120 días, y que los costes financieros de los concesionarios hayan escalado hasta alcanzar los 900 millones de euros al año.
Criticó la denominada "matriculación subprime", que ha inflado "artificialmente" el mercado llenándolo de vehículos 'kilómetro 0' y otras "malas ventas" que han hecho que, cuando la burbuja de la automoción ha reventado, la caída de ventas haya alcanzado "hasta el 50%".
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