Unas 40.000 personas según los sindicatos y 10.000 según la Guàrdia Urbana marcharon desde Passeig de Gràcia hasta la Catedral. El líder de CC.OO. en Cataluña explicó que los asistentes querían "solidarizarse" con los trabajadores de Nissan y pedir a los políticos "menos gesticulación vacía de contenido" y más "medidas efectivas" para combatir la crisis.
Coscubiela hizo hincapié en el peligro de que "los trabajadores paguen una crisis" que no han causado.
El secretario general de UGT explicó que los sindicatos "no consentirán" que quienes "han trabajado decentemente" sufran las consecuencias de la situación económica. Álvarez añadió que Cataluña "corre el riesgo de dejar de ser una comunidad importante en el sector industrial" y sentenció que "sin industria no hay futuro".
Álvarez también exigió al Gobierno que elabore un "plan de rescate de la industria" similar al de la banca. "La industria sí lo necesita, no como la banca, que dice que se encuentra en buena situación".
Los sindicatos pidieron a la Generalitat que no acepte expedientes de regulación de empleo que no tengan "motivos objetivos". "Como en el caso de Frigo, no aceptaremos que se cierre una empresa para especular con los terrenos", añadió Álvarez.
La secretaria general de la USOC, Antònia Gil, explicó que su sindicato quiere "demostrar al Govern que la sociedad no está de acuerdo con los ERES presentados". Gil lamentó que las empresas "utilicen está situación para rebajar plantilla".
El delegado sindical de UGT en Nissan, Jordi Carmona, pidió que la Generalitat "se implique y oponga al ERE de Nissan". El representante de CC.OO, Javier Pachecho, expresó que esperaba que la marcha sirviera para que el Govern "rechace contundentemente" el ERE de 1.680 trabajadores, todavía por presentar.
Los asistentes corearon lemas como "Montilla, escucha, la industria está en lucha", "sin trabajo no hay cultura" y "el expediente, también al presidente".
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