López Garrido afirma que el deseo del Gobierno es que Repsol siga siendo "española e independiente"

MADRID.- El secretario de Estado para la Unión Europea, Diego López Garrido, afirmó hoy que el deseo del Gobierno es que "Repsol siga siendo una empresa española e independiente", y en el caso de que se consolide una operación de compra por parte de la empresa rusa Lukoil indicó que "se examinará su adecuación a la ley".

"Se trata, por una parte, de que funcionen las reglas de los intercambios comerciales y del mercado y, por otra parte, las reglas que regulan los suministros energéticos y la seguridad energética, tanto en Europa como en España. Nada más, aplicación de las leyes del mercado y de las leyes españolas y europeas", afirmó en declaraciones en el Senado.

López Garrido subrayó que todas las operaciones de esta naturaleza "siempre son vigiladas y examinadas a la luz de las leyes europeas, donde existe la seguridad energética y los principios de seguridad nacional", pero insistió en que primero hay que ver "si la operación en sí existe de verdad". "Por el momento no parece que haya una consolidación de esa operación según las noticias que vemos en los medios", añadió.

Respecto a la posibilidad de que el Gobierno pueda hacerse con la participación de Sacyr en Repsol puesta en venta, el dirigente socialista señaló que "no le consta", subrayando que todavía "no hay una total solidez de que se confirme una compra por un concreto interesado y por una concreta cantidad".

Además, López Garrido señaló que no "le ha llegado ningún tipo de inquietud" de la UE al tratarse de una operación con una empresa extracomunitaria. "Estas operaciones obedecen a las necesidades del mercado y de agentes que no son estatales, y en la UE existe una regulación al respecto, existe confianza en que una operación así no va a afectar a la seguridad energética ni a los principios establecidos en la legislación comunitaria", manifestó.

Por otra parte, descartó que la posible operación en Repsol sea para salvar a Sacyr y afirmó que la tradición del intervencionismo en grandes empresas o de conversión de empresas estratégicas públicas en privadas "la tiene el PP, no el PSOE".

"La cultura de los gobiernos socialistas ha sido de sumo respeto al mercado y a las operaciones que lícitamente se produzcan, pero también aplicación de la ley. En eso estamos, no hay que tener inquietud, en última instancia la ley se va a aplicar y se va a actuar como lo hace siempre el Gobierno conforme a la defensa de los intereses españoles y europeos", manifestó.