lunes, 17 de noviembre de 2008

Muchas preguntas sin responder luego de la cumbre del G-20

WASHINGTON.- La cumbre de líderes mundiales que se realizó el fin de semana en Washington mostró un fuerte simbolismo, pero muy escasa acción para lidiar con la devastadora crisis financiera global, dijeron el lunes analistas, inversionistas y medios de prensa en Asia.

"Tiene poco sentido tratar de diseñar medidas para evitar una enfermedad una vez el paciente ha caído en cama", dijo Shinichi Ichikawa, analista de la banca Credit Suisse, en Japón, en un informe divulgado el lunes.

"La cumbre que acaba de concluir no ofreció una receta específica para aliviar los efectos de la crisis financiera internacional más grave" en muchos años, señaló el informe.

La cumbre de dos días, en la que participaron mandatarios de 21 países, pospuso los objetivos concretos hasta la próxima reunión, a efectuarse a fines de abril, luego que el presidente de Estados Unidos George W. Bush haya retornado a su residencia de Texas, y el presidente electo Barack Obama atienda sus asuntos cotidianos desde la Oficina Oval de la Casa Blanca.

También contribuyó a la desanimada reacción de Asia el hecho de que Japón anunció el lunes que había entrado en recesión, siguiendo los pasos de los 15 países integrantes de la zona del euro.

T.J. Bond, un economista de Merrill Lynch en Hong Kong, dijo que algunos inversionistas se mostraron decepcionados de que no hubo un anuncio explícito sobre medidas fiscales coordinadas.

China recibió la promesa de que tendrá un papel más importante en las finanzas mundiales, un objetivo que Beijing anhela desde hace mucho tiempo. El ministerio de relaciones exteriores de China dijo que la cumbre había sido un paso "importante y positivo" hacia "la reforma de la estructura financiera internacional".

Economistas y asesores del gobierno de Nueva Delhi elogiaron el incremento en el status de los países emergentes durante la cumbre, pero también expresaron su consternación de que no hubiesen sido adoptados pasos más concretos para ayudar a los países en vías de desarrollo a lidiar con una crisis que no causaron.

Saumitra Chaudury, miembro del Consejo de Asesores Económicos del primer ministro de la India Manmohan Singh, señaló que "China estuvo en primera fila, y la India en la segunda fila. Eso es agradable, pero me hubiera gustado algo más".

Si la cumbre hubiese diseñado un mecanismo para paliar la crisis "todos se hubieran sentido más felices", dijo Chaudury. "Pero el simbolismo no va tan lejos", agregó.

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