"Si no actuamos de forma rápida y audaz, la mayoría de los expertos creen ahora que podríamos perder millones de puestos de trabajo el próximo año", dijo Obama en declaraciones preparadas para el discurso semanal demócrata por radio y vídeo.
"Ahora nos arriesgamos a caer en un espiral deflacionista que podría aumentar aún más nuestra masiva deuda", declaró.
Un día después de que los mercados estadounidenses recobraran fuerza por su aparente elección de Timothy Geithner para el cargo de secretario del Tesoro, Obama hizo una sombría evaluación de la economía, en sus comentarios más detallados al respecto desde que ganó las elecciones presidenciales el 4 de noviembre.
El octubre, Obama pidió respaldo para un plan de estímulo de 175.000 millones de dólares, pero sus comentarios del sábado indicaron que estaba preparando para respaldar un paquete de medidas mucho más extenso, aunque no dio a conocer la cifra.
El presidente electo indicó que el plan fijaría un objetivo de creación de 2,5 millones de empleos más para enero de 2011 y que sería "lo suficientemente grande como para cumplir con los desafíos a los que nos enfrentamos".
La propuesta para un plan de estímulo de dos años es un proyecto de grandes dimensiones. La mayoría de medidas similares cubren un período de un año.
El número de estadounidenses en las listas de desempleo aumentó a su nivel más alto en 16 años, con más de 540.000 personas, dijo el jueves el Departamento del Trabajo.
Los datos del Gobierno también mostraron un escenario cada vez más sombrío para el mercado de la vivienda.
"Las noticias de esta semana sólo han reforzado el hecho de que estamos enfrentándonos a una crisis económica de proporciones históricas", remarcó Obama.
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