jueves, 13 de noviembre de 2008

Rato apuesta por los países emergentes y por la reforma del sistema financiero para salir de la crisis

ZARAGOZA.- El ex director gerente del Fondo Monetario Internacional (FMI) Rodrigo Rato consideró hoy que, en el actual contexto de crisis financiera y económica internacional, los países emergentes son la "gran oportunidad de la economía mundial de tener crecimientos positivos en los próximos años" y, por ello, instó a los responsables políticos internacionales a darles más voz en los debates que se mantengan para buscar soluciones a la crisis.

Además, Rodrigo Rato observó que la salida de la crisis "pasa por la reforma del sistema financiero y por entender cuáles son las necesidades de la economía global, huyendo del proteccionismo y avanzando hacia el consumo, especialmente de las economías emergentes".

En este sentido, durante su intervención en el V Congreso de Directivos CEDE que se celebra en el Auditorio de Zaragoza, el ex director del FMI advirtió de que si China y Japón cierran sus fronteras, se empeorará la crisis actual, y añadió que aumentar el comercio es ir en la "buena dirección".

Rato inició su discurso recordando que la crisis, que comenzó en la primavera de 2007, se materializó este verano y estalló definitivamente en el mes de septiembre, con la caída de Lehman Brothers, y apuntó que, entre los principales problemas actuales, se encuentra "la restricción del crédito; el aumento del precio del riesgo y del precio del dinero, y la desaceleración del crecimiento", que están obligando a revisar constantemente las previsiones de gobiernos y organismos internacionales, como el FMI.

En esta situación, las autoridades de países industriales ofrecen respuestas "extremas, muy intensas" a la crisis, con inyecciones de liquidez e incluso planteando la recapitalización de entidades financieras, con un nuevo protagonismo del sector público, medidas que, "hay que ser conscientes, tendrán consecuencias", porque países como Estados Unidos o Inglaterra están aumentando de manera "intensa" su deuda.

Rodrigo Rato explicó que la política monetaria ha tenido un "protagonismo creciente" en la crisis y "lo más relevante es que, aunque los riesgos de deflación por la caída de activos no son tan intensos en estos momentos", es preciso advertir de que se está "agotando la política monetaria".

En su opinión, este agotamiento de la política monetaria se debe en parte a la "descoordinación" que ha existido entre las políticas monetarias de la zona euro y de EE.UU. y que ha propiciado "la volatilidad de las monedas y una burbuja muy intensa en las materias primas", que ha introducido en el sistema "una gran inestabilidad".

De este proceso, Rato extrajo dos conclusiones: que en las discusiones sobre la nueva política monetaria, empezar a tener en cuenta la política de activos es "imprescindible" para que la política monetaria tenga un sesgo distinto de cara al futuro, y que, en un mundo globalizado y en plena crisis, la coordinación de las políticas monetarias entre Estados Unidos, Europa y Japón es también imprescindible.

Rodrigo Rato señaló que el mundo ha vivido entre 2002 y 2007 sus mejores seis años económicos desde la Segunda Guerra mundial o desde los años 60, periodo de "gran bonanza" ligado al precio del riesgo.

"La innovación financiera había conseguido disminuir el riesgo y hemos sido testigos de financiaciones y plazos a costes que no habíamos visto hasta ahora, pero la crisis ha puesto en cuestión todo esto, y ha cuestionado hasta qué punto no estábamos viendo una diseminación del riesgo, sino un aumento del apalancamiento de los agentes económicos". Así, a su juicio, a partir del mes de septiembre se entró en una nueva fase del precio del riesgo.

El ex director gerente del FMI relató como a principios de los años 90 comenzaron a darse una serie de crisis a nivel local y global "originadas por los movimientos de capital y no por los tipos de interés", lo que ha supuesto un cambio de tendencia, porque ahora no se ha entrado en recesión porque los bancos hayan subido los tipos, sino porque los flujos de capital se han ido de un mercado o de una región.

Este cambio "exige modificaciones de las políticas macroeconómicas y que los bancos centrales empiecen a fijarse en la inflación de activos", porque "no importa cuán eficientes sean las reglas de los mercados financieros que se adopten si se mantiene una política macroeconómica mundial con desequilibrios tan importantes" como los que existían hasta el momento.

El ex director general del FMI, Rodrigo Rato, indicó cómo, ante la crisis, los países industriales están estableciendo ayudas financieras "como no se había visto en la historia moderna" y, aunque "con lentitud", se está dando normalidad al sistema.

Entre estas ayudas, casi todos los países industriales están poniendo en marcha impulsos fiscales, pero Rato advirtió a las entidades privadas de que esta ayuda "habrá que pagarla".

Por ello, instó a clarificar ciertos puntos, como la temporalidad de los impulsos fiscales, porque "si se bajan los impuestos para ayudar a recuperar la actividad económica, ese efecto deberá compensarse en un tiempo y en otro momento habrá que controlar gasto". En este sentido, consideró oportuno que sean los países "con más superávit, como China, los que lleven a cabo impulsos fiscales".

Junto a estas medidas, Rato observó que es necesario potenciar el comercio y huir del proteccionismo económico, especialmente en el caso de países como China o Japón, relevantes a la hora de salir de la crisis.

En este sentido, consideró que ésta es una "buena ocasión de cerrar la cumbre de Doha", propiciando un espacio atlántico libre de aranceles que genere nuevas expectativas para Europa. Rato insistió en que las economías de países emergentes serán importantes para reavivar el crecimiento.

Para concluir, Rodrigo Rato indicó que hay "una larga lista de reformas financieras en el mundo que deben ser discutida a nivel internacional", y reiteró su opinión de que la salida de la crisis "pasa por reformar el sistema financiero y por entender las necesidades de la economía global", incluyendo en este debate a los países emergentes, asuntos que deberán ser tratados en la próxima cumbre del G-20 en Washington.

En el turno de preguntas, ante el planteamiento de si la crisis es más profunda en España, Rato dijo que es necesario ser consciente de las posibilidades de la economía española, porque España es "un país dinámico, flexible, con un buen sistema financiero y capaz de aprovechar las oportunidades".

De hecho, "en los últimos cuarenta años el país ha ido siempre para adelante, pero tenemos que ser conscientes de que tenemos tareas por delante" y que la crisis en este país "tiene componentes propios".

"Darle solución dependerá mucho de las estrategias que se pongan encima de la mesa", subrayó.

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