El ministro de Minas y Petróleos, Derlis Palacios, reveló que el ministro español de Asuntos Exteriores, Miguel Ángel Moratinos, intervino para que el gobierno ecuatoriano recibiera a Nemesio Fernández Cuesta, director de Exploración y Producción de Repsol YPF.
Repsol YPF aceptó "todas y cada una de las condiciones que ha establecido el Estado ecuatoriano", con lo cual "ya no tendríamos inconveniente alguno con la compañía Repsol, hemos decidido retomar las relaciones contractuales".
Repsol YPF y el Gobierno ecuatoriano han sentado las bases para alcanzar un acuerdo en el proceso de negociación de las relaciones contractuales de la petrolera española con las autoridades del país, indicaron luego fuentes conocedoras de los contactos.
"Ayer llegamos a un acuerdo con Repsol, ellos aceptaron nuestras demandas y firmamos hoy a las 10 de la mañana", dijo una fuente del Ministerio de Minas y Petróleos, que solicitó el anonimato.
Otras dos fuentes del Ministerio confirmaron el acuerdo.
Las partes suscribirán un "acuerdo transitorio" de un año para modificar los contratos de operación con el objetivo de que el estado obtenga mayores beneficios de la explotación del petróleo, principal rubro de exportación del país.
El acuerdo de un año podría prorrogarse automáticamente si las partes así lo estiman.
La empresa mantiene tres proyectos de explotación de petróleo en la Amazonia ecuatoriana, que en conjunto general 50.000 barriles diarios de crudo.
El contrato transitorio regirá para los bloques 16 y Bogi-Capirón; el otro campo no entra en la negociación porque tiene una modalidad de contrato con la que el gobierno está conforme.
Palacios señaló que conforme lo acordado, el estado obtendrá hasta el 36% del crudo extraído en vez del 17% establecido en el contrato anterior y también verá incrementada su renta petrolera de 60% al 80 u 85%.
También se acordó ampliar por seis años adicionales, la vigencia del contrato que terminaba en enero de 2012.
El ministro explicó que otras condiciones que la compañía española aceptó es la de invertir 315 millones de dólares en los próximos cinco años e incrementar la producción de crudo en una cifra no determinada aún.
Durante el año que dura el contrato transitorio, las partes deben negociar el paso a un nuevo tipo de convenio.
La idea del gobierno ecuatoriano es cambiar el contrato de participación vigente, en que parte del petróleo extraído pertenece a la empresa; a otro de prestación de servicios, en que el estado le paga a la petrolera por la extracción del crudo un monto a determinarse con la entrega de los documentos y facturas correspondientes.
La semana pasada Ecuador dijo que había decidido poner fin a un contrato de producción con Repsol-YPF porque no había llegado a un acuerdo sobre nuevas condiciones para la extracción de crudo en el país sudamericano.
La petrolera hispano-argentina dijo entonces tener esperanzas de alcanzar un acuerdo y envió al director de actividades de exploración y producción (upstream), Nemesio Fernández Cuesta, a negociar con el gobierno ecuatoriano.
El presidente de Ecuador, Rafael Correa, dijo recientemente que era muy tarde para que la compañía mantuviera el contrato, aunque el mandatario es conocido por sus tácticas para presionar a las empresas extranjeras y así asegurar mayores beneficios para su país.
Desde que asumió el cargo en 2007, Correa ha impulsado unas negociaciones agresivas para modificar los acuerdos con compañías petroleras y mineras extranjeras con el fin de ejercer mayor control sobre aquellos sectores claves de la economía del país. El presidente ya amenazó en el pasado con expulsar a otras firmas.
El mandatario, ex ministro de Economía, quiere que las compañías petroleras cambien sus contratos de exploración por otros nuevos de servicio, que permitirán al Estado quedarse con todo el petróleo que producen a cambio de un ingreso fijo.
Se espera que el ministro de Petróleo, Derlis Palacios, firme públicamente un contrato temporal de participación compartida con Repsol lo más tarde el jueves con la esperanza de cambiar hacia acuerdos de servicio en un año.
Ecuador ya ha firmado acuerdos temporales con las mayores petroleras en el país, incluyendo a la brasileña Petrobras y la china Andes Petroleum.
El nuevo acuerdo reducirá la carga fiscal total a cambio de una entrega mayor del petróleo que Repsol produce al Estado, dijeron funcionarios del Ministerio.
Repsol, uno de los mayores inversores en los países andinos, opera tres yacimientos petroleros en la selva del Amazonas con una capacidad para producir alrededor de 65.000 barriles por día.
La producción en Ecuador supone en torno a un 2% de la producción global de la petrolera.
El acercamiento se produce casi una semana después de que el Gobierno de Rafael Correa suspendiera la negociación para transformar los contratos de exploración de la petrolera, hasta ahora de participación, en otros de servicios.
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