sábado, 8 de noviembre de 2008

Sarkozy avisa de que la UE no aceptará que EEUU bloquee las reformas del sistema financiero

BRUSELAS.- El presidente francés, Nicolás Sarkozy, dijo anoche que la cumbre del G-20 que se celebrará en Washington el próximo 15 de noviembre debe servir para "cambiar las reglas de juego financieras" y resaltó que los Veintisiete tienen una "posición común" al respecto. Sarkozy recordó que la actual crisis partió de Estados Unidos y que por ello la Unión Europea no aceptará ahora que las autoridades norteamericanas bloqueen las reformas.

"La época en la que había una moneda, una dirección, una línea y todos asentíamos, esta época ha terminado", dijo Sarkozy. Esta época, prosiguió, terminó el 18 de septiembre con la decisión de las autoridades de EEUU de dejar quebrar al banco de inversión Lehman Brothers sin consultarlo con nadie.

"La crisis es mundial, pero sabemos muy bien de dónde ha partido (...) La solución debe encontrarse con ellos (los estadounidenses), pero no aceptaremos irnos con las manos vacías", apostilló Sarkozy.

Desveló que ya ha hablado sobre la cumbre financiera tanto con el presidente saliente, George W. Bush, como con el presidente electo, Barack Obama, pero dejó claro que corresponde a los estadounidenses decidir cuál será la representación de éste último en Washington. Además, destacó que Obama asistirá a la siguiente cumbre financiera que se celebrará dentro de 100 días.

A Bush le comunicó que la UE quiere que de la cumbre del G-20 salgan "decisiones ambiciosas y operativas".

"No se trata de ser agresivos contra nadie, ni de ser rígidos en nuestras posiciones. Pero hay que habituarse a una novedad política: la Europa política habla con una sola voz", insistió Sarkozy. "No queremos pasar de la ausencia de regulación a un exceso de regulación, pero queremos cambiar las reglas del juego financiero", explicó.

El presidente francés indicó que todos los Estados miembros están de acuerdo en la necesidad de "refundar" el sistema financiero en aspectos como el aumento de la transparencia, la modificación de las normas contables, el combate contra los paraísos fiscales o la supervisión de todas las instituciones financieras, incluidos los 'hedge funds' y las agencias de calificación de riesgo.

También existe consenso sobre la necesidad de reforzar el papel del Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque Sarkozy admitió que todavía no se sabe en qué sentido irá la reforma porque algunos países quieren convertir esta institución en una especie de banco central de bancos centrales, otros quieren mejorar sus instrumentos para estabilizar a los países en dificultades y otros pretenden que censure a los países que lleven a cabo políticas económicas erróneas.

Finalmente, aseguró que los líderes europeos coinciden en la necesidad de coordinar las políticas económicas para hacer frente a la crisis y paliar el riesgo de recesión. "No todos debemos hacer lo mismo porque la situación en cada país es distinta, pero debemos ir en el mismo sentido, coordinar las políticas económicas", señaló.

Por su parte, Durao Barroso destacó que la cumbre de Washington "no puede fracasar" sino que debe ser un encuentro de carácter "histórico" que adopte "decisiones concretas". En este sentido, señaló que la reunión no debe limitarse a cuestiones financieras sino que tiene que dar un impulso a la lucha contra la pobreza y contra el cambio climático, y al libre comercio.

"Los europeos proponemos principios y reglas comunes para abordar los desafíos globales", insistió el presidente del Ejecutivo comunitario. También reclamó reformar las instituciones internacionales para dar un mayor papel a los países emergentes, sin olvidar a los países más pobres que, según subrayó, ya sufren el impacto de la crisis.

El director general del FMI, Dominique Strauss-Kahn, sostuvo que la cumbre de Washington "no creará un nuevo tratado internacional", según una entrevista publicada este sábado por el diario británico Financial Times.

"Europa irá a Washington con la voluntad de defender una línea, la de la transparencia y la refundación", expresó por su parte el presidente francés Nicolas Sarkozy.

La Casa Blanca ya adelantó que no se deben esperar medidas concretas y analistas sostienen que Washington no quiere asumir compromisos cuando el presidente George W. Bush está dejando su puesto a Barack Obama, que asumirá el 20 de enero.

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