domingo, 16 de noviembre de 2008

Sarkozy dice que de la reunión del G-20 salen "respuestas estructurales" a la crisis financiera y económica

WASHINGTON.- El presidente francés, Nicolas Sarkozy, consideró "histórica" la cumbre del G-20 porque de ella salen "respuestas estructurales" a la crisis financiera y económica pese a los diferentes puntos de partida de los países participantes y a la resistencia de Estados Unidos a una mayor regulación en los mercados financieros.

"Esta cumbre es histórica en la medida en que por primera vez países tan diferentes como los que estaban reunidos en este G-20 en Estados Unidos se han puesto de acuerdo sobre principios, modalidades de actuación y un plan de acción ambicioso", dijo Sarkozy en rueda de prensa al término de la cumbre.

El presidente francés admitió que la reunión no resuelve todos los problemas actuales pero sí aporta "respuestas estructurales a la crisis financiera y a la crisis económica".

Sarkozy se felicitó de que todos los países de la UE representados en la reunión del G-20 (España, Francia, Alemania, Reino Unido y Países Bajos y República Checa a nivel ministerial) hubieran mantenido una posición "absolutamente común" sobre todos los temas y dijo que los Veintisiete han logrado la mayor parte de los objetivos que se habían marcado.

El presidente francés subrayó que todos los países del G-20 están de acuerdo en lanzar un plan de estímulo coordinado para hacer frente a la recesión económica, que incluya medidas presupuestarias, fiscales y de política monetaria.

Además, los líderes mundiales aceptan elaborar una nueva regulación para los mercados financieros para evitar que se repita una crisis similar, aunque alertan de que no hay que caer en un exceso de normas que paralice a las empresas. Finalmente, el G-20 reclama un nuevo gobierno económico mundial más abierto a los países emergentes y rechaza cualquier intento de volver al proteccionismo.

Sarkozy admitió que "no fue fácil" convencer al presidente estadounidense de aceptar estos compromisos, aunque subrayó que George W. Bush es un "socio leal". Bush informó al resto de líderes del G-20 que el presidente electo, Barack Obama, que tomará posesión el próximo 20 de enero, estaba informado de todo lo decidido, que seguirá la ejecución de los acuerdos y que Estados Unidos "dará ejemplo de una transición exitosa, calmada y serena".

Por su parte, el presidente de la Comisión Europea, José Manuel Durao Barroso, explicó que la cumbre de Washington sienta las bases de un "nuevo gobierno mundial" basado en los "principios de la economía social de mercado" y se felicitó del hecho de que la UE sea "precursora" de los cambios.

Barroso subrayo que el acuerdo fue posible porque todo el mundo comprendió que es necesario dar una respuesta creíble a la situación económica. "El deseo es evitar una recesión mundial profunda", señaló.

"La amenaza hoy no es la inflación, es la deflación es una recesión", subrayó. Y recordó que Bruselas presentará el 26 de noviembre un plan de recuperación de la UE para coordinar los esfuerzos de estímulo de los Estados miembros.

El presidente del Ejecutivo comunitario resaltó también que el G-20 está de acuerdo en que la crisis económica no debe servir de excusa para incumplir los objetivos de ayuda al desarrollo o de lucha contra el cambio climático, y que sería un error volver al proteccionismo. De ahí la obligación de llegar pronto a un acuerdo sobre la ronda de liberalización comercial de Doha.

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