martes, 11 de noviembre de 2008

Solbes apuesta por nuevas bajadas de tipos en la eurozona

MADRID.- El vicepresidente segundo del Gobierno y ministro de Economía y Hacienda, Pedro Solbes, apostó hoy por nuevas bajadas de tipos ante los últimos descensos de la inflación, puesto que, a su parecer, en un momento como el actual, debe relajarse la política monetaria porque aún no se ha llegado a una situación global para que el mercado sea eficiente.

"Debe relajarse la política monetaria, como ya está ocurriendo. La inflación no es ya un riesgo a corto plazo, debe dar margen para nuevos recortes (de tipos)", señaló Solbes en la clausura del XI Congreso del Instituto de Empresa Familiar (IEF), donde aseguró, sin embargo, que es una decisión que deberá tomar el Banco Central Europeo (BCE).

A pesar de esta petición, agradeció algunas de las medidas puestas en marcha por la institución presidida por Jean Claude Trichet, sobre todo aquellas destinadas a conceder liquidez sin restricciones y las últimas bajadas de tipos.

El vicepresidente aseguró que el Gobierno mantiene una actitud optimista de cara a la recuperación de la crisis, gracias a las iniciativas tomadas hasta el momento, medidas que, a su parecer, no pueden ser calificadas de "parches".

"El hecho de que (la situación) no esté totalmente resuelta no quiere decir que el Gobierno no haya hecho ya un esfuerzo importante, que seguirá en 2009", indicó.

Así, aseguró que el Gobierno seguirá trabajando en el futuro y resaltó la importancia de mantener la confianza en un contexto dominado por la incertidumbre, así como trabajar para reestructurar la estabilidad, la confianza y garantizar el flujo de la financiación desde iniciativas tradicionales, como impulsar o lanzar líneas desde el ICO, y poniendo en marcha algunas nuevas para afrontar la situación.

"Seguiremos trabajando en esto", dijo, tras reconocer que la banca privada dispone de la liquidez suficiente para dar créditos, aunque no se concedan en estos momentos.

No obstante, reconoció que las últimas medidas no han dejado ver aún todos sus efectos, aunque confió en empezar a ver resultados de forma progresiva en el futuro. "Habrá que esperar cierto tiempo", indicó. Incluso, admitió que es "consciente" de que algunas empresas no están siendo capaces de resolver los problemas de financiación.

El vicepresidente económico consideró que hay dos grandes retos de cara al futuro: suavizar el fuerte impacto de la crisis sobre la actividad, las familias y las empresas y lograr un modelo de crecimiento "más equilibrado a largo plazo".

Así, destacó la necesidad de seguir trabajando en medidas en diferentes ámbitos, aunque destacó la importancia de que la política fiscal cumpla con una función estabilizadora sin poner en cuestión la sostenibilidad de las cuentas públicas.

En concreto, consideró "crucial" mantener el crédito en el sector privado para mantener el flujo de la financiación y descartar mayores impactos restrictivos. "Nuestro objetivo no es sanear el sector financiero ni dar ayuda a los bancos o cajas, sino contribuir a mantener el flujo de la financiación", subrayó.

Además, aseguró que el Gobierno no puede dejar de lado todas aquellas políticas centradas en el largo plazo, ya que, a su parecer, las medidas estructurales son las que realmente permiten incrementar el potencial de crecimiento y flexibilizar la economía. "Además pueden tener un efecto positivo en el corto plazo contribuyendo a confianza", indicó.

En este sentido, apuntó a la necesidad de continuar impulsando el proceso de capitalización de la economía española, reformar la Formación Profesional para orientarla a sectores de futuro e incrementar la productividad, ya que este factor aumentará en los próximos meses, pero debido a la caída del empleo.

Asimismo, apostó por incidir en la mejora y simplificación de las cargas administrativas, seguir trabajando para lograr mejores combinaciones, mejoras de flexibilidad y viabilidad en las empresas, trabajar en la reforma de sectores específicos, como los servicios, así como en el ámbito de la fiscalidad.

Además, Solbes se mostró dispuesto a trabajar para que la aplicación de la nueva normativa contable sea todo lo fiscalmente neutra posible para las empresas, aunque consideró más difícil llegar a un acuerdo ante la petición del IEF de desgravar en Sociedades por la reinversión de beneficios. "Es un debate, la predisposición inicial es que no se ha visto fácil solución cuando se analizado en otras ocasiones", indicó.

En cuanto a la posibilidad de aumentar las prestaciones por desempleo que plantean algunos sindicatos, Solbes apostó por "dejar las cosas como están", a pesar de que reconoció que el desempleo es el problema fundamental del país en este momento que exigirá un esfuerzo financiero muy fuerte. "Si mejoramos el empleo, todo seguirá mejorando", señaló.

El vicepresidente económico reconoció una vez más que se trata de una crisis financiera internacional "sin precedentes", resultado de la expansión del sistema financiero en los últimos años y de la creación de elementos cada vez "más complejos", en un contexto de poca transparencia y supervisión parcial e insuficiente y condiciones monetarias muy relajadas.

Admitió que España ha tenido que asumir este 'shock' en el inicio de la su fase de desaceleración y con algunas dificultades, como el desequilibrio de la construcción residencial y la elevada necesidad de financiación del sector privado, fruto del importante esfuerzo inversor en los últimos años y con un empleo "muy sensible" al crecimiento económico.

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