sábado, 6 de diciembre de 2008

Acuerdan ayudas de emergencia para las empresas automovilísticas en Estados Unidos

WASHINGTON.- Los demócratas del Congreso y la Casa Blanca lograron la pasada madrugada un acuerdo sobre un plan de ayuda de emergencia que irá destinado a las empresas estadounidenses fabricantes de automóviles.

Según avanzaron dos colaboradores legislativos bajo el anonimato, supondrá un desembolso de entre 15.000 y 17.000 millones de dólares.

Este paquete de medidas llegó después de que los ejecutivos de los gigantes automovilísticos General Motors, Ford y Chrysler pidiesen ayuda a las autoridades. Sin embargo, se tendrán que conformar con alrededor de la mitad de los 34.000 millones de dólares requeridos.

Una fuente conocedora de estas arduas negociaciones señaló que el dinero provendría de un fondo de 25.000 millones de dólares destinado a tecnología avanzada en el uso de energía.

La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, ya avanzó que estaría de acuerdo con esta procedencia. Por su parte, el portavoz de la Casa Blanca Tony Fratto, declinó comentar las discusiones relacionadas al rescate de las automotrices.

Los demócratas del congreso y la Casa Blanca se acercaron el viernes a un acuerdo para otorgar un rescate financiero a las anémicas automotrices de Detroit, ante la advertencia del presidente George W. Bush sobre que alguna de ellas podría desaparecer en esta crisis.

Varios funcionarios indicaron que la presidenta de la Cámara de Representantes Nancy Pelosi y el jefe de gabinete Josh Bolten hablaron por teléfono. No se dieron otros detalles sobre su conversación.

Al parecer la demócrata más importante en la cámara baja dejó de lado su negativa ante la insistencia de Bush para hacer uso de un programa destinado a producir autos más eficientes en cuidado del medio ambiente y utilizarlo en el rescate financiero.

Los esfuerzos para lograr un acuerdo negociado surgen al tiempo que los ejecutivos desesperados rindieron declaraciones ante el Congreso por segundo día para solicitar préstamos que les puedan ayudar a sobrevivir y mientras el gobierno informó sobre la peor pérdida de empleos mensual de los últimos 34 años.

La oficina de Pelosi emitió un comunicado diciendo que la legislatura iba a realizar una votación en la Cámara de Representantes la próxima semana. El Senado también tenía programada una sesión para analizar las acciones de ayuda a las tres grandes automotrices de Detroit.

"El Congreso insistirá que cualquier ley incluya una vigilancia rigurosa y permanente para garantizar que el dinero de los contribuyentes esté protegido y que los recursos sean dirigidos para asegurar la viabilidad y competitividad de la industria automotriz estadounidense", indicó Pelosi en su comunicado.

El documento no lo indicaba, pero muchos funcionarios confirmaron que se había doblegado ante Bush en el punto que había impedido el acuerdo durante semanas.

Los funcionarios de ambos partidos dijeron también que las normas incluirán la creación de un fideicomiso o grupo de vigilantes de la industria para asegurar que los fondos del plan de rescate sean usados para transformar a General Motors Corp., Ford Motor Co. y Chrysler LLC en empresas competitivas.

También el viernes en la Casa Blanca, Bush declaró que la economía estaba en una recesión e instó al Congreso, enfrascado en un debate sin avances, a que actuara rápidamente para lograr un plan de rescate millonario, con garantías para los contribuyentes.

Los republicanos indicaron que Bush no ha modificado su rechazo a utilizar el plan de rescate por 700.000 millones de dólares para la industria financiera a fin de rescatar a las automotrices.

Bush y los líderes legislativos utilizaron el viernes las últimas estadísticas del desempleo para lograr el respaldo del Capitolio al plan de rescate de la industria automotriz.

El mandatario insistió que la pérdida de 533.000 empleos en noviembre es una razón más para ayudar a esas empresas.

"Temo por la viabilidad de las empresas automovilísticas", junto a los trabajadores y sus familias, dijo Bush. "Y de la misma forma, temo por el dinero de los contribuyentes otorgado a esas compañías que quizá no sobrevivan".

El líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, dijo que el informe del desempleo hace imperativo el rescate de la industria automotriz.

"Debemos evitar el colapso de las empresas automotrices, o nos arriesgamos a sumar a millones de estadounidenses a las listas de los parados", insistió Reid. "Toda ayuda debe incluir requisitos específicos que aseguren la viabilidad y una intensa supervisión" de esa industria.

Además de los despidos de noviembre, GM anunció que en febrero recortará los turnos en sus fábricas de Lordstown, Ohio, Orion Township, Michigan y Oshawa en Canadá como resultado de la caída de sus ventas. Esto afectaba aproximadamente a unos 2.000 empleos, con lo que se suma un total de 11.000.

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