La nueva inyección de dinero público se une al fondo de 10.400 millones de dólares australianos (7.000 millones de dólares estadounidenses) anunciado el pasado octubre, que tiene el objetivo de ayudar a pensionistas, familias con rentas bajas y compradores de su primera vivienda en los próximos dos años.
El plan revelado hoy pretende crear 32.000 nuevos puestos de trabajo, según dijo Rudd en una rueda de prensa a la que asistió acompañado del ministro del Tesoro, Wayne Swan; la viceprimera ministra, Julia Gillard; y el ministro de Infraestructuras, Anthony Albanese.
Gran parte de los 4.700 millones se gastará en los próximos 18 meses y se invertirá en la construcción de infraestructuras ferroviarias, carreteras, colegios e investigación.
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