lunes, 1 de diciembre de 2008

Barack Obama nombra a Hillary Clinton secretaria de Estado

CHICAGO.- El presidente electo de Estados Unidos, Barack Obama, presentó a su equipo de política exterior, defensa y seguridad, en el que destaca por encima de todas las figuras el nombramiento de su ex rival en las primarias Hillary Clinton como secretaria de Estado, la encargada de dirigir la futura diplomacia del país, a la que Obama se comprometió a llevar también el cambio tras los años de George W. Bush.

Pero además, el mandatario electo ha dejado en su cargo al frente de Defensa al republicano Robert Gates por su acertada gestión en el Pentágono, reflejada en la mejora de la situación en Irak.

Clinton y Gates, figuras políticas a las que extraña ver junto a Obama en la nueva Administración por sus pasadas trayectorias, se comprometieron en su intervención durante la rueda de prensa en Chicago a adherirse a la visión del futuro mandatario para reconstruir la imagen de Estados Unidos en el exterior y tendrán como retos más inmediatos las guerras en Irak y Afganistán.

"He reunido a este equipo porque creo firmemente en sus fuertes personalidades y opiniones. Creo que así es como se toman las mejores decisiones", comentó Obama en su discurso, en el que también subrayó que su intención es establecer un "nuevo amanecer en el liderazgo americano" que integre tanto a las fuerzas militares como a la diplomacia, la aplicación de ley y la economía.

"El equipo que hemos reunido aquí hoy es el único adecuado para hacerlo", señaló.

En este sentido, el presidente electo destacó que todas las figuras políticas que le acompañaron en la rueda de prensa "comparten" su "pragmatismo sobre el uso del poder", así como su "propósito acerca del papel de América como líder mundial".

Clinton, en pie al lado de su futuro jefe y muy sonriente, afirmó que Estados Unidos debe contar con sus aliados para ayudar a hacer frente a las amenazas como el calentamiento global y el terrorismo.

"Si nuestra determinación es defender nuestras libertades a cualquier coste, también llegaremos a todo el mundo otra vez, buscando una causa común", señaló.

Junto a Clinton y Gates, el resto del equipo de política exterior, defensa y seguridad lo componen el ex marine James Jones como asesor de Seguridad Nacional y la gobernadora de Arizona, Janet Napolitano, al frente de este Departamento.

Además, el fiscal general y titular del Departamento de Justicia será Eric Holder, mientras que Susan Rice, asesora de Obama en política exterior, será la embajadora ante Naciones Unidas.

Dentro de este equipo prácticamente nuevo destaca la continuidad de Robert Gates al frente del Pentágono. El secretario de Defensa ha asegurado que quería dejar el cargo cuando terminara el mandato de Bush, por lo que no se sabe cuánto tiempo permanecerá en la Administración Obama.

Aunque Gates fue uno de los miembros del Gobierno más atacados por la campaña del demócrata, la renovación de la política con respecto a Irak, lo que ha permitido una increíble bajada de la violencia desde 2006, ha hecho que Obama no quiera hacer nuevos experimentos y mantener una gestión continuista por el momento.

No obstante, el mandatario electo afirmó que cree que las tropas de combate deben abandonar Irak en los próximos 16 meses después de asumir su cargo, aunque remarcó que tomará en cuenta los consejos de los comandantes militares.

"Creo que 16 meses es el calendario adecuado, pero, como he dicho sistemáticamente, escucharé las recomendaciones de mis comandantes", explicó Obama después de presentar a su equipo diplomático y de seguridad.

Para el todavía senador demócrata, el pacto de seguridad firmado entre Washington y Bagdad ha colocado a Estados Unidos en un "terreno resbaladizo" en lo que respecta a la retirada de tropas. Además, apuntó que aunque las fuerzas de combate sean replegadas, hará falta una "fuerza residual" que permanezca más tiempo en Irak.

Por otro lado, Obama manifestó en la rueda de prensa su compromiso "absoluto" para eliminar la amenaza del terrorismo y apoyar a India para detener a los responsables de los atentados de la semana pasada en Bombay, que dejaron casi 200 muertos.

"No podemos tolerar un mundo donde inocentes sean asesinados por extremistas que se basan en ideologías retorcidas. Mi Administración permanecerá inquebrantable en apoyar a los esfuerzos de India para encontrar a los responsables de este terrible acto y llevarles ante la justicia... Y espero que la comunidad mundial siga este mismo camino", señaló, al tiempo que ofreció todo su apoyo al Gobierno indio.

En este sentido, Obama subrayó que los milicianos que actúan en el sureste asiático representan la mayor amenaza para Estados Unidos. "Vamos a emplear la fuerza de nuestro poder, no sólo militar sino también diplomático, económico y político, para abordar estas amenazas. No sólo para mantener segura a América, sino también para asegurar que esta paz y prosperidad continúen en todo el mundo", afirmó.

En cuanto a Afganistán, el presidente electo manifestó su preocupación por la situación en este país, que ha ido empeorando en los últimos dos años, y aseguró que Estados Unidos movilizará sus recursos y centrará su atención en "acabar con Al Qaeda, Bin Laden y otros grupos extremistas que intenten atacar a ciudadanos americanos".

En lo que respecta a sus otros retos en política exterior, como los desafíos de Irán y Corea del Norte, Obama dijo que "hay mucho que hacer" para controlar los programas nucleares de ambos países, pero también para lograr la paz en Oriente Próximo alcanzando un acuerdo entre israelíes y palestinos.

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