martes, 2 de diciembre de 2008

El crédito se seguirá contrayendo hasta 2009 pese a las ayudas de los gobiernos

MADRID.- El crédito para familias y empresas se seguirá contrayendo hasta 2009 a pesar de las ayudas estatales concedidas a las entidades financieras y las presiones que puedan ejercer los gobiernos para que faciliten los préstamos, según un estudio de la firma Schroders.

El crédito bancario no se normalizará hasta que las entidades financieras puedan acceder con facilidad a la liquidez y crezca la demanda de crédito por parte de clientes con capacidad de devolución de acuerdo a estándares de concesión más restrictivos, considera la firma.

Las bajadas de tipos de interés por parte de los bancos centrales contribuirán a lograr estas dos condiciones, agrega el informe firmado por el analista Roger Doig con el título '¿Han hecho suficiente los gobiernos para apoyar a los bancos europeos?'.

El experto destaca que es "perfectamente comprensible" que los políticos se exasperen ante la reticencia de los bancos a prestar dinero incluso tras recibir los beneficios de sus políticas, ya que éstos necesitan justificar ante sus electores que los recursos públicos se han gastado bien.

De hecho, sostiene que los políticos necesitan que las entidades financieras aumenten la concesión de créditos a los segmentos potencialmente más arriesgados, a hogares y pequeñas y medianas empresas, pero advierte que el desapalancamiento que está llevando a cabo la banca reduce la cantidad de crédito disponible.

Aunque considera que "no había otra opción" que dirigir la intervención pública al sistema financiero para evitar que se colapsara, ya que las consecuencias "habrían sido desastrosas", destaca que las garantías ofrecidas por los Estados "no son una cura por sí mismas".

En este sentido, confía en que las intervenciones de los gobiernos ayuden a los bancos a reducir sus riesgos y subraya que el proceso de desapalancamiento impulsado en agosto de 2007 se ha acelerado a lo largo de este año y parece "irreversible".

Los mayores costes de financiación implican inevitablemente mayores tipos de interés para los préstamos bancarios, lo que reduce la cantidad de clientes con capacidad de devolución de crédito a esos niveles, explica Doig.

Las garantías de los gobiernos contribuyen sin duda a estabilizar la financiación, pero no son una base sobre la que los bancos puedan hacer crecer sus cuentas de resultados, ya que no son ilimitadas y sí bastante caras, sostiene el analista de Schroders.

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