sábado, 20 de diciembre de 2008

Bruselas teme un desplome del crédito que podría recortar el crecimiento hasta 6,4 puntos del PIB

BRUSELAS.- La Comisión Europea avisó del riesgo de que en los próximos meses se produzca un "desplome del crédito" ('credit crunch') debido a las pérdidas que ha ocasionado en los bancos la crisis financiera. Esta contracción crediticia podría restar al crecimiento económico entre 0,5 y 6,4 puntos porcentuales, según las estimaciones recogidas en el informe semestral sobre la eurozona.

Para evitar caer en este "círculo vicioso", el Ejecutivo comunitario pide la recapitalización de los bancos.

Los bancos ya han empezado a endurecer "sustancialmente" las condiciones de crédito y pretenden seguir haciéndolo durante los próximos meses para compensar las pérdidas sufridas a causa de la crisis financiera.

Y aunque todavía no esta claro si la crisis conducirá a un desplome del crédito o simplemente a un racionamiento del mismo, Bruselas considera que "el riesgo de un colapso del crédito es claramente más alto ahora".

Según las estimaciones de la Comisión, la oferta de crédito podría caer entre un 1,5% y un 17%. Y esta contracción conduciría a una reducción del crecimiento del PIB de entre 0,5 y 6,4 puntos.

Se entraría así en un "círculo vicioso" que podría tener "consecuencias dramáticas" para el crecimiento y el empleo en la eurozona, según alertó el director de Asuntos Económicos del Ejecutivo comunitario, Marco Buti.

"El crecimiento del PIB real en 2009 depende por tanto de manera decisiva de que los bancos presten a la economía", resalta el informe.

En este sentido, la Comisión subraya que "la recapitalización de los bancos tiene una importancia crucial para evitar un 'credit crunch' que puede tener efectos serios negativos (...) en la economía real".

El informe destaca que desde el pasado mes de octubre la crisis financiera ha seguido agravándose. Los planes de rescate bancario han impedido que se derrumbe el sistema financiero, pero las tensiones en los mercados "siguen siendo extraordinariamente altas".

"El impacto de las turbulencias financieras en la economía real es cada vez más visible", destacó el director general de Asuntos Económicos. En el tercer trimestre, la eurozona entró en recesión ya que su PIB cayó por segundo trimestre consecutivo y se contrajo un 0,2%.

El descenso se debió sobre todo a la fuerte disminución de las exportaciones netas, aunque la inversión también se contrajo por segundo trimestre consecutivo a un ritmo anual del 2-3%, como resultado de una fuerte corrección en los mercados de la vivienda pero también de una mayor debilidad de la inversión empresarial.

El consumo de los hogares se mantuvo débil y las perspectivas a corto plazo no son buenas por el deterioro del mercado de trabajo. La reciente bajada de la inflación, que cayó al 2,1% en noviembre, aumentará sin embargo la renta disponible de los hogares.

La confianza de los consumidores y las empresas, que lleva debilitándose desde verano de 2007, ha experimentado un deterioro sin precedentes en los últimos dos meses, lo que "apunta a que habrá una contracción adicional de la actividad en los próximos meses".

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